La autoridad municipal cumplió con la orden de retirar a los comerciantes foráneos conocidos como "de Moroleón" de la calle Hidalgo, en el centro de la ciudad. Sin embargo, en lugar de un desalojo forzoso, las autoridades optaron por colocar sellos de suspensión en los lugares donde se encontraban los vendedores foráneos y cerrar la puerta del local.
Esta medida implica que los comerciantes foráneos deben retirarse por su propia cuenta y buscar un nuevo lugar para establecerse. La autoridad municipal no utilizó la fuerza pública para desalojar a los comerciantes, optando por una solución más pacífica.
La decisión de retirar a los comerciantes foráneos se tomó después de que los comerciantes locales realizaran manifestaciones en contra de la presencia de los vendedores foráneos, argumentando que afectaban sus ventas y el comercio local.
Con esta medida, la autoridad municipal busca proteger los intereses de los comerciantes locales y mantener el orden en la zona.