Ven como señal preocupante que el tema arancelario no haya sido considerado por el Presidente en su visita a Coahuila; advierten que efectos negativos serán para varios sectores. Desánimo prevalece en los empresarios luego que en la visita del Presidente de la República no se tocó el tema del acero aunado a la negativa del Senado a pronunciarse por la medida, por lo que parece inminente un reajuste de AHMSA y demás empresas del ramo, señaló el presidente de la Unión de Organismos Empresariales, Antonio Álvarez Rodríguez.
Consideró que la lucha y esperanza debe estar mientras no haya un pronunciamiento oficial sobre la medida de un arancel a la importación de acero a México, de modo que si los trabajadores convocan a una movilización masiva, todos los sectores y sociedad estarían dispuestos a respaldarla.
“Es desánimo, es pesimismo de que, independientemente de que sea Altos Hornos de México, porque así como está Altos Hornos con ese problema, pues lo tiene Lázaro Cárdenas, las empresas de Monterrey, De Acero de Saltillo, entonces, es una decisión que va a afectar a todo el sector siderúrgico, no nada más a AHMSA, y el despido de trabajadores se daría no sólo donde están enclavadas la industria sino que el efecto negativo va a ser general”, resaltó.
Comentó que se está repitiendo la historia de hace 20 años cuando la industria zapatera se vio afectada al permitir México la entrada libre de productos extranjeros y hoy al no haber un arancel se corre el riesgo de que los asiáticos no sólo invadan el mercado de acero sino también de productos terminados.
Ante la postura de las autoridades federales en el tema arancelario al acero, parece inminente que la Altos Hornos de México reducirá su producción 30 por ciento y reajustará 2 mil trabajadores directos, como advirtió el presidente del Consejo de Altos Hornos de México, Alonso Ancira Elizondo.
“Las señales que nos están enviando parece indicar eso, que no van a dar marcha atrás, yo esperaría que recapacitaran y al final del camino nos dieran una buena noticia y pues los argumentos ya están puestos sobre la mesa, ya los conocen, entonces, la decisión queda en el propio Presidente de la República y la Secretaría de Economía”, insistió.
Consideró que de quedar abierta la frontera a la importación de acero, las empresas del ramo siderúrgico pudieran suspender operaciones en ciertos procesos donde les sea más redituable importar el acero, porque como empresa buscan la máxima utilidad y menor costo.
“Los efectos de esas decisiones que se toman, no sólo van a afectar a los trabajadores (de AHMSA) sino a las empresas que están dando mantenimiento, al comercio, servicio, yo creo que nos vemos afectados toda la cadena productiva, no nada más al trabajador que es despedido”, sentenció Álvarez.