Desesperación, tristeza e importancia viven las familias de los hombres detenidos por migración en Estados Unidos, muchos han tenido que vender sus pertenencias para recabar lo de la multa y lograr que sus familiares regresen a México, otros se encuentran en una situación más difícil pues señalan que a veces no hay ni para comer.
“Ellos no cometieron un delito, se fueron por necesidad, si nuestro país estuviera en mejor condición, mejores salarios sería otra cosa, no tendrían por qué ir, porque ellos van a sufrir”, señaló Eli Vallejo, su hermano es uno de los detenidos.
Son muchos casos que se presentan no solo con monclovenses, muchos coahuilenses se van en busca del sueño americano, dejaron a sus familias, con la esperanza de tener estabilidad económica, ante la falta de empleo en México, pero no fue posible llegar a la meta, pues fueron detenidos por migración, ellos están en depresión.
Otro de los casos es el de María Antonia Aranda Ávila de 47 años de edad, quien tiene a su esposo y sus dos hijos en la prisión de Estados Unidos, ellos son Juan Antonio Berasategui Hernández, además de Juan Antonio y Jesús Alfonso Berasategui Aranda, los tres se fueron desde el 12 de agosto y hoy están en la prisión de Segovia.
“Ellos están deprimidos, desesperados, les digo que yo me ando moviendo acá, pero ellos ni abogado tienen y el consulado no les asigna uno”, comentó.
Cuando estaban en la cárcel de Dillon Texas, dijeron que les pedían 3 mil 500 dólares por cada uno, entre los tres serán 210 mil pesos, pero ahora que los cambiaron de prisión les dijeron que ahí no se aceptan multas.
“Vendí mi carro, vendía una pantalla, estoy vendiendo mis cosas para ver si logró juntarlos, estaba vendiendo un terreno que compramos con sacrificio, son 10 mil 500 dólares entre los tres, apenas llevo juntado 40 mil pesos”, dijo la mujer angustiada.
María Antonio dijo que una de sus nueras está embarazada, además tienen más hijos, es difícil estar con la angustia de saber cómo están, quisiera que ya los deportaran
“Los primeros días fueron muy tristes, yo quería verlos, pero sabía que ellos están allá lejos, todos los días le pido a Dios paciencia”, señaló.
