MONCLOVA, COAH.- Un insólito y caótico incidente protagonizado por Carlos Mario Yeverino de la Cruz, supuesto acordeonista y primera voz del polémico 'Grupo Marrano', generó revuelo frente a la Comandancia Municipal, esta mañana.
Tras ser liberado de las manos del Ministerio Público, Yeverino, de 33 años, fue detenido nuevamente por elementos preventivos debido a su conducta agresiva e incoherente, que incluyó gritos dirigidos hacia su padre ante la negativa de entrar a un negocio de comida.
El suceso inició cuando el músico fue interceptado en un filtro de seguridad en la carretera federal número 57, a la altura del Ejido Primero de Mayo. Conducía una camioneta rentada y, según familiares, se encontraba bajo los efectos de sustancias tóxicas.
"Mi hijo no está bien, algo me le hicieron. Él no era así, pero como su pareja fuma, supongo que ya agarró el vicio", declaró angustiado el padre del músico, quien acudió a buscarlo al saber de su detención luego que por la madrugada, lo llamó para decirle incoherentemente que tenía un evento para el norte de la ciudad.
Al exterior del Ministerio Público, la escena tomó un giro surrealista cuando familiares del detenido intentaron lo que parecía ser un ritual de exorcismo. Armados con un crucifijo y agua bendita, clamaron a una "fuerza maligna" que abandonara el cuerpo de Carlos Mario. Según testigos, el músico respondía con burlas y comentarios incoherentes mientras rechazaba el agua bendita y desafiaba a sus familiares.
"Estuvo bien extraño, uno de sus familiares sacó el crucifijo y comenzó a gritarle a una fuerza oscura que saliera de ahí, refiriéndose al cuerpo. Le dijeron que tomara agua bendita, pero el detenido les decía que se la tomaran ellos mientras se reía", narró un testigo que presenció el hecho.
Posteriormente, al ser liberado, el músico retomó su actitud agresiva a escasos metros de la Comandancia, obligando a la Policía Municipal a intervenir nuevamente. El altercado incluyó insultos, amenazas y la afirmación del detenido de conocer al Gobernador del Estado, lo que, según él, le garantizaba un trato especial. Sin embargo, sus argumentos no evitaron su traslado a las celdas municipales.
Los familiares continúan preocupados por la salud mental y física del músico, mientras buscan cómo lidiar con la situación y trasladarlo de vuelta a su hogar en Monterrey. Por su parte, las autoridades señalaron que el caso será investigado a fondo para esclarecer las circunstancias de su comportamiento.