Con más de 50 años de permanecer instalado en la Plaza del Canónigo su puesto de fritos, dulces y refrescos, el propietario, Genaro Dávila, está dispuesto a que lo reubiquen en otro lado mientras se realizan los trabajos del Centro Histórico.
El estanquillo ha sido movido en ocasiones anteriores a la plaza del Canónigo, cuando se han hecho instalaciones de líneas de energía eléctrica.
Y aunque hasta ayer por la mañana no había Sido notificado de manera formal sobre su reubicación, Genaro Dávila hacía ya movimientos en el puesto de madera porque sabe que lo van a mover, ya que los trabajos de levantamiento del pavimento comenzaron.
"Esperamos a los inspector de comercio a ver qué nos dicen, lo ideal es que nos dejarán aquí en la plaza, pero recibiremos órdenes", comentó.
Destacó el propietario del estanquillo que es un negocio familiar que inició su abuelo Patricio Dávila, luego un tío de él se hizo cargo, y hoy en día lo tiene él.
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Genaro Dávila señala que el negocio tiene más de 50 años en ese lugar.
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