Confirma madre de familia el trato inhumano que reciben los internos del Anexo Sanaréh en Monclova, donde los trabajadores les permitían bañarse usando un solo jabón y un solo rastrillo, además de exponer otras deplorables condiciones en las que se encuentran los internos.
Con voz temblorosa pero firme, la madre, quien prefirió mantener su identidad en el anonimato por temor a represalias, describió un panorama desolador que hace eco de una realidad que muchos prefieren ignorar.
Según su testimonio, los internos del Anexo Sanaréh son sometidos a tratos inhumanos que atentan contra su dignidad.
Reveló una serie de abusos flagrantes que incluyen obligar a los internos a bañarse con un único jabón, compartiendo un rastrillo entre todos, y recibiendo una asignación insultantemente limitada de papel higiénico, apenas 20 cuadritos por persona.
Además, comían solo 10 almorzaban soya y les daban diez sopas de coditos sin agua y si les daban, era agua de la llave. En cada litera dormían dos internos y otros en el piso, desmintiendo las comodidades que supuestamente tendrían según el contrato del anexo.
"No se vale porque la mayoría hacíamos ese esfuerzo de pagar esa cantidad de dinero para que vivieran bien, hay adultos mayores que con su pensión pagaban la semana y ellos quedarse sin un taco. Nosotros confiamos en los que ellos decían, lo que Rodolfo Zamora dijo era mentira".
Estas condiciones, además de otros malos tratos, arrojan luz sobre la oscura realidad que enfrentan aquellos que buscan rehabilitarse en este centro de Monclova. Señaló que su hijo y compañeros fueron testigos de la golpiza que le dieron a Raymundo Rubio y que terminó con su vida.
Señaló que es hora de que se realice una investigación exhaustiva para garantizar que los derechos humanos de los internos del Anexo Sanaréh sean respetados y protegidos en todo momento pues los jóvenes salieron peor de como entraron al centro de rehabilitación.
