Rodeada de escombros, con la mirada perdida y lágrimas en el rostro, Rocío Fabiola Campos Flores, una mujer embarazada a punto de cumplir nueve meses, relata la peor noche de su vida. Su hogar, un cuarto de bloques que compartía con su esposo y dos hijos pequeños, fue totalmente consumido por un incendio provocado por su propio primo, quien se encontraba bajo los efectos de sustancias tóxicas.
"El fuego se extendió rápidamente... solo pude tomar a mis niños y correr. No pudimos salvar nada. Nos quedamos con lo puesto", dijo Rocío, temblando y sosteniendo su vientre. Alrededor, el suelo está cubierto de cenizas, con los restos quemados de los objetos de sus hijos y un persistente olor a humo.
Su esposo, Juan Ángel, carga al bebé de un año y tres meses, mientras el niño mayor, de cuatro años, no comprende por qué no pueden regresar a su casa. La escena es desgarradora.
"Nos dolió profundamente ver cómo se quemaron las cosas de mis hijos: sus ropas, juguetes y pertenencias. Todo se perdió en minutos", contó Rocío, quien ha sido apoyada por vecinos que les han ofrecido refugio temporal.
"Un colchón, un abanico... algo para que mis niños no pasen calor, un poco de ropa, lo que sea", pidió Rocío con esperanza.
Cualquier ayuda, por pequeña que sea, será un respiro para esta madre que, a pesar del dolor, se aferra a la vida que pronto traerá al mundo.
Contacto: Manuel M Ponce 101, Colonia Primero de Mayo. Teléfono: 866 171 87 10.