La ingesta excesiva de bebidas azucaradas provoca obesidad y sobrepeso, que se ubican entre los principales factores de riesgo para la aparición de enfermedades crónicas como: la diabetes, hipertensión, cardiopatías y ciertos tipos de cáncer.
La especialista Mariana García Quijano dijo, cuando se manifiesta la sensación de sed, lo único que se debe consumir es agua y se deben evitar productos como jugos, café, refresco, alcohol o té, sobre todos los embotellados.
Los productos líquidos envasados poseen un alto porcentaje de sacarosa, jarabe de maíz y fructuosa que deben ser metabolizados por el organismo y en los casos de abuso o ingesta excesiva, provocan que la persona aumente de peso con el consecuente riesgo de padecer las enfermedades descritas arriba.
“El agua natural, evita la fatiga, el dolor de cabeza, contribuye en la generación de líquidos lubricantes para el organismo, favorece la producción de sudor y orina a través de los cuales se purifica el organismo, ayuda en la digestión y tiene una gran cantidad de beneficios”
Destacó, lo mejor y lo más sano es el agua pura, sin embargo en algunos casos se sugiere la preparación con frutas de temporada, siempre y cuando no se les añada azúcar. Recomendó a las madres y padres de familia que acostumbren a sus hijos a consumir agua natural y en lo posible portar siempre un cilindro o cantimplora con este vital líquido.
