María Valeria Solar Ávila, alumna de sexto grado de la escuela primaria Josefina Ortiz Soto, ubicada en la colonia Leandro Valle de Monclova, recibió un reconocimiento especial por haberse convertido en una de las ganadoras de la Olimpiada del Conocimiento 2025. Su destacado desempeño la colocó entre los seis mejores estudiantes de un total de más de 55 mil participantes de todo el estado, muchos de ellos provenientes de colegios privados.
En una ceremonia celebrada en su plantel, padres de familia, alumnos y personal docente se reunieron para reconocer la dedicación, disciplina y capacidad que distinguieron a Valeria. La menor compartió la alegría que experimentó al enterarse de su logro, subrayando lo que significó competir con escuelas de alto prestigio. "Fue muy emocionante, cuando les comenté a mis papás estaban muy emocionados y muy orgullosos", relató.
Para Valeria, uno de los mayores motivos de satisfacción fue demostrar que los estudiantes de escuelas públicas también pueden alcanzar la excelencia académica y destacar en escenarios estatales. "Yo quiero decirles a todos los alumnos que se preparen para el próximo año y que no tengan miedo de enfrentarse a escuelas privadas. Sí se puede ganar", expresó ante sus compañeros y maestros.
Sus padres, Alfredo Solar y Wendy Ávila, manifestaron el profundo orgullo que sienten por su hija, quien con esfuerzo y disciplina demostró que la calidad educativa no depende únicamente de los recursos económicos, sino del compromiso con el estudio. La maestra Eva Saucedo, quien acompañó de cerca este proceso, destacó que este logro fue el resultado del trabajo conjunto de todos los docentes que han guiado a Valeria desde primer grado.
El momento más emotivo de la ceremonia fue cuando se recordó la premiación oficial. "Sentimos mucha emoción al escuchar su nombre", relató la maestra Saucedo. Como parte del reconocimiento, el gobernador del estado entregó una computadora portátil a cada uno de los ganadores, y anunció que próximamente todo el grupo recibirá una tableta en reconocimiento a su esfuerzo colectivo. La historia de María Valeria se convirtió en un ejemplo de inspiración y esperanza para cientos de niños que, como ella, sueñan con demostrar que el talento y la perseverancia pueden abrir cualquier puerta.