El incremento en trastornos del espectro autista exige una mayor preparación para las educadoras, muchos de los niños no cuentan con un diagnóstico en tiempo y forma.
La maestra Rosy Barroso impartió una serie de cursos a las docentes de la región centro respecto a la detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo y aplicar un protocolo en el aula de niños que tienen este tipo de trastornos.
Reveló un preocupante incremento en los diagnósticos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los últimos años, pues la estadística es de 1 entre 38 alumnos, es decir, uno por salón.
Este aumento plantea un desafío significativo para el sistema educativo, exigiendo que las educadoras se preparen de manera más rigurosa para garantizar que todos los menores, incluidos aquellos con TEA, reciban la educación adecuada y de calidad que necesitan.
"Es un tema muy importante porque las maestras están presentando en sus aulas a niños con esta neurodiversidad, y ellas carecen de información de como detectarlos para poderlos canalizar a un diagnóstico"
Barroso destacó la importancia de que las educadoras y el personal escolar adquieran competencias específicas para abordar las diversas necesidades de los estudiantes con autismo.
"Como pueden detectar a través de instrumentos de detección temprana que existen algunos desfaces del desarrollo de los niños de un probable diagnóstico y recibir una intervención correcta"
La maestra hizo hincapié en la necesidad de formación continua para los docentes, así como en la implementación de estrategias pedagógicas inclusivas que fomenten un ambiente de aprendizaje equitativo.