“El año pasado, se registraron apenas 13 estudiantes a primer grado”, Rafael Garza García, director del plantel
Aún y cuando solo tiene 65 estudiantes entre sus seis grupos y sus condiciones no son las óptimas para brindar una educación básica a los niños, la escuela primaria Ignacio Zaragoza sigue operando y enfrentando los actos delictivos que casi a diario degradan más sus instalaciones.
En solo dos salones, dos maestros de grupo -de los cuales uno de ellos es el director del plantel- cumplen con la formación educativa en sus alumnos y defendiendo a su plantel aseguran “la escuela no se cierra”.
Desde hace ocho años atrás, la población de cada ciclo escolar va disminuyendo considerablemente, sin embargo hay aspirantes al plantel para ingresar en el mes de agosto al nuevo ciclo escolar, lo cual deja una motivación en los docentes.
“El año, pasado se registraron 13 estudiantes a primer grado, esperemos que en estas preinscripciones tengamos más alumnos, es una escuela bidocente”, dijo el director Rafael Garza García.
“Lo poco que tenemos nos lo roban, tenemos muchos problemas de chavos que hacen males en la escuela, entran roban, hacen grafitis, quiebran vidrios y más, aquí nos vaciaron (señaló la dirección del plantel), se meten a hacer sus cosas, hemos encontrado botellas de resistol y thinner cuando entramos”
Mencionó que en el mes de agosto fue el último saqueo, esa ocasión se llevaron los ladrones un aparato de sonido completo, donde se incluía un amplificador, micrófonos y más, de ese tiempo a la fecha siguen entrando constantemente a hacer daños, ya no a saquear las instalaciones.
El profesor mencionó que hace años una familia completa vivió en uno de los salones, ellos cuidaban las instalaciones y no había robos ni saqueos, fue hasta que alguien se quejó ante la Secretaría de Educación y las autoridades acudieron a sacar a la familia del aula donde vivía.
“Más que nada el compromiso era de que cuidara a la escuela, vivió dos años aquí, tenían sus muebles, en ese tiempo estábamos muy bien, no teníamos problema, ahora en cuestion de vidrios llegan y nos quiebran en un solo día 30”, comentó.
Desafortunadamente, la SEP no permite que la dirección contrate a un velador y no hay suficiente población alrededor del plantel para que reporten ante la Policía Escolar u otras corporaciones el que ingresan vándalos a las instalaciones.