"Sirvió para protegernos, pero ya es tiempo de dejarla ir", comentaron una pareja de adultos mayores del municipio de San Buenaventura que decidió entregar un revólver calibre .22 junto con 15 municiones, tras más de 40 años de resguardo.
Se trata de Nora García González y su esposo José Ernesto Castillo Ramos, quienes se desprendieron del arma que perteneció a Rosendo Castillo Morales, padre de José Ernesto. La pistola era parte de la historia familiar y fue usada por el padre como medida de protección en su hogar.
"Mi suegro era cazador de venados, siempre cargaba su rifle y esta pistola. Una vez tuvo un susto, y desde entonces no permitió que nadie abusara de él ni de su familia", relató Nora.
La pareja recordó que el arma fue clave para ahuyentar delincuentes que intentaron tomar posesión de tierras familiares en Loma Prieta, donde poseen cinco hectáreas dedicadas a la siembra de maíz y elote. Aunque nunca fue disparada, su sola presencia bastó para disuadir a extraños.
José Ernesto explicó que las municiones encontradas en el temporal también fueron entregadas como parte del paquete. Entre bromas, confesó: "Yo no quería deshacerme de ella, pero esta mujer insistió", señalando con cariño a su esposa.
La entrega se realizó en el marco de la campaña "Sí al desarme, sí a la paz", que promueve la reducción de armas en hogares y la construcción de una cultura de paz.
