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Coahuila

"Quiero que mi hijo viva", clama Johanna

La madre de José Eduardo dice que no quiere dinero ni favores, únicamente ¡Justicia!

Por Adriana Cruz - 02 mayo, 2025 - 08:37 p.m.
"Quiero que mi hijo viva", clama JohannaMadre de José Eduardo

El dolor se le nota en la mirada, en la voz quebrada, en la desesperación con la que pide ayuda. Johanna López Martínez no quiere dinero ni favores: solo quiere que su hijo viva. Solo quiere justicia.

José Eduardo Méndez López tiene 17 años. Debería estar estudiando, riéndose con sus amigos o planeando su futuro. Pero hoy está conectado a máquinas, en coma inducido, luchando por su vida en el Hospital General de Zona No. 7 del IMSS. Su madre cuenta, entre lágrimas, que lo atropellaron. Que la persona responsable se dio a la fuga. Que saben quién fue. Pero nadie ha hecho nada.

"No es justo. Él está grave. Tiene hemorragias internas, fracturas, daños en la columna... necesita un neurocirujano. ¿Qué están esperando? ¿A que se muera?", grita Johanna, sin poder contener el llanto.

El accidente ocurrió una mañana cualquiera, cuando José Eduardo se dirigía en su moto al Cecytec, luego de visitar a su novia. Nunca imaginó que una conductora que se pasó un alto lo dejaría tirado en el pavimento. Como si su vida no valiera. Como si fuera un objeto. Como si fuera un perro.

"Ella lo dejó ahí y huyó. ¿Por qué hay justicia para un perro atropellado y no para mi hijo, que es un ser humano?", cuestiona Johanna con rabia y tristeza. La familia logró identificar al vehículo gracias a la placa, pero la responsable sigue libre.

Peor aún, asegura que el hospital no está haciendo lo necesario. El especialista que puede atenderlo, un neurocirujano, solo va los fines de semana. Johanna ha pedido trasladarlo a Monterrey, donde podrían darle la atención que necesita urgentemente. Pero nadie le responde. "No tengo para pagar una clínica privada. Solo pido que lo atiendan. No quiero que mi hijo muera", suplica.

Un video que circula en redes muestra el momento del impacto. La evidencia existe. La familia exige a la Fiscalía que actúe ya. "Ella también es madre. Que dé la cara. Que no se esconda", dice Johanna, de pie, mientras su mundo se desmorona.

Hoy, lo único que sostiene a esta madre es la esperanza. La esperanza de que su hijo despierte. De que reciba atención. De que haya justicia.

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