“Las personas realmente mueren cuando uno las olvida”, Iker Emanuel de 9 años de edad, optó por crear un altar de muertos para recordar a sus seres queridos luego que las autoridades municipales y de salud prohibieran la celebración en los panteones.
“Este año no podremos ir al panteón por el coronavirus, se me ocurrió hacer el altar, poner las fotos de mi abuelito Toño y mi abuelita Adelina, a quien íbamos a visitar antes, les pusimos una papaya porque les gustaba mucho”, dijo Iker Emanuel.
Los abuelitos paternos los pusieron en lo más alto del altar ya que el abuelito Toño cumple dos años de haber fallecido y era muy apegado a él. Al costado derecho esta Jorge Luis Garza quien era papá de Jorge Emmanuel Garza, papá de Iker.
Luego esta Eduardo de Luna, Esperanza Roquet, Rosa de la O y Rosa Roquet, abuelitas de Sully Paola León Carrasco, la mamá de Iker. La familia Garza León recordó a Darío y Vale Leon, quienes fallecieron juntos en un accidente automovilístico.
En la misma foto tambien se encuentran, Pedro León, Doña Catalina y Don Dario Leon. Aunque querían poner las fotos de otros familiares, no había lugar para hacerlo más grande.
El siguiente año piensan ampliar el altar donde estarán todos los que han fallecido, para hacer el altar, Iker tuvo la ayuda de su tía Sofía Monserrat, sus papás y su hermanita Azul Arya Mariel de 3 años de edad, lograron terminarlo en dos días.
Sully mencionó que, en el piso inferior del altar, están sus familiares de Veracruz y Tabasco debido a que las comidas que les gustaban eran similares, como el dulce, el plátano macho y otros platillos. Otros tienen una cajetilla de cigarros, bebida alcohólica, tequila, un dominó, caracoles a quienes les gustaba el mar, nuez y este 2 de noviembre, harán los platillos favoritos.
“Mi esposo desde que tenía 3 años, todos los domingos se iba a comer pollo a la casa de sus abuelos, aunque su papá haya muerto, siempre trató de visitarlos, después fuimos novios y nos casamos, y los seguimos visitando con nuestros hijos hasta que Dios los recogió a los dos”.
La familia tiene la costumbre que el Día de Muertos visitan a todos los difuntos, aunque no los hayan conocido, salen desde las 7:00 de la mañana cargando tinas, palos, escobas, azadones, botes de pintura, pinceles y calcas de letras.
“Las personas realmente mueren cuando uno las olvida”, es la frase que tienen grabados los papás y ahora sus hijos, “sabemos que cuando nosotros fallezcamos, que un día va a llegar, ellos nos van a visitar a nosotros”, señalo Sully Paola León Carrasco.
