El deseo por alcanzar "el cuerpo ideal" y la presión por cumplir con estereotipos físicos lleva cada vez a más personas, especialmente jóvenes, a consumir medicamentos para bajar de peso sin prescripción médica.
El caso más reciente es el de Yesenia Valentina Natividad Rodríguez, de 29 años de edad que falleció el pasado martes en el municipio de Ocampo, tras presentar complicaciones de salud, según versiones cercanas, había comenzado a tomar pastillas para adelgazar días antes de su deceso.
El hecho encendió las alarmas entre especialistas en salud, quienes advierten sobre el uso indiscriminado de productos como Ozempic y Orlistat, que representan un riesgo para la salud e incluso puede causar la muerte.
La nutrióloga Brianda Rodríguez sostuvo que el consumo de este tipo de medicamentos se ha disparado entre la población, esto debido a la presión social, la desinformación y por el fácil acceso a estos productos, que circulan sin control.
Señaló que este tipo de productos generan una pérdida de peso acelerada, pero también un alto riesgo de efectos secundarios, como náuseas, vómito, diarrea, estreñimiento y daños a la flora intestinal que pueden derivar en mala absorción de nutrientes y descompensaciones metabólicas.
"Así como llegas rápido a tu propósito, así de rápido puedes sufrir un rebote, terminar en el hospital por un descontrol en la tiroides, en la presión arterial o en los niveles de glucosa", indicó.
El problema, con el consumo de estos medicamentos radica en la falta de regulación, ya que estos medicamentos pueden adquirirse fácilmente en farmacias, tiendas naturistas o internet, sin la necesidad de receta, además destacó su rápida popularización debido a la desinformación.
"La gente lo compra porque alguien le dijo que le funcionó, como no son medicamentos controlados, se recetan, se prestan y se consumen sin supervisión médica, así empiezan los casos como el de esta joven"
La especialista dijo que cada vez son más los pacientes que llegan a consulta y preguntan a cerca de estos medicamentos o pacientes que lo están utilizando, lo que demuestra la rápida difusión que se ha tenido.
"Muchos llegan después de automedicarse. Algunos vienen porque algo no les cayó bien, otros, porque ya están viendo el rebote de peso, pero la mayoría lo hace porque quieren adelgazar a toda costa, sin importar las consecuencias".
Brianda Rodríguez reconoció que el problema está ligado a la presión social y a la cultura de la inmediatez impulsada por redes sociales, donde se promueve una figura idealizada y poco realista.
"Todo lo quieren fácil, si pueden pagar una cirugía, la pagan; si pueden comprar un medicamento "milagroso", lo hacen. Muchos adolescentes tienen acceso sin restricciones a productos que deberían estar controlados".
Advirtió que en sitios como Mercado Libre es posible conseguir desde medicamentos para diabéticos hasta suplementos con hormonas, sin necesidad de receta ni supervisión adulta, ni conocer los riesgos.
Debido a esto hizo un llamado a la población, especialmente a los padres de familia, para que estén atentos al comportamiento de sus hijos, y que fomenten una relación saludable con el cuerpo y la alimentación.
