Contactanos

Coahuila

“Salvar una vida es honrar a Dios”

Por Azucena Tenorio - 24 octubre, 2018 - 00:52 a.m.
“Salvar una vida es honrar a Dios”El Instituto Mexicano del Seguro Social celebró a los médicos en su día.

Coincidieron médicos de la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes ayer celebraron su día. Ser médico, es una de las profesiones más nobles, sacrificadas y bellas.

Graciela Denisse Rivas Perales, comentó que es Pediatra porque de niña era muy enfermiza y siempre estaba hospitalizada. “Desde pequeña conviví con doctores y por eso yo quería ser como ellos”. Aunque muy seguido falta a los cumpleaños de sus hijos o las fiestas navideñas por atender su trabajo, lo cierto es que se siente orgullosa de cumplir con su deber.

La joven pediatra de 33 años de edad, narra con entusiasmo que de niña era atendida en la Clínica 7 del IMSS por pediatras como Mario Dávila y Ramiro Villarreal a quienes admira y son sus ejemplos a seguir. “El Doctor Mario, era mi pediatra y ahora trabajo con él”, comentó.

“No hay nada como ver a un niño nacer, los bebés nacen defendiéndose, luchando”, expresó la ginecóloga Yari Etel Herrera.

Estudió en la Facultad de Medicina en Saltillo y aunque la soledad pesaba, nunca dejó de prepararse, al final todo sacrificio tiene su recompensa. Hasta su hija de cinco años comprende el significado de su profesión. Un día tuvo que ir a trabajar un 25 de diciembre y su hija apenas iba abrir los regalos, ella entendió y le dijo: “Mami, vete tú tienes que ayudar a los niños”.

El salvar una vida, es algo indescriptible, es honrar y glorificar a Dios. Por otro lado, perder una vida es algo muy triste y también les toca llorar cuando la gente se va.

La Ginecóloga, Yari Etel Herrera Flores, expresó, que no hay nada más bello que darle la noticia a mujer de que va a ser madre. Ver nacer a bebés es algo bello, difícil de describir y tienen una duración de hasta 16 horas.

“El Doctor Mario, era mi pediatra y ahora trabajo con él”, dijo Graciela Rivas Perales, pediatra de la Clínica 7 del IMSS.

Ella tiene dos hijos, y aunque sus padres no querían que estudiara medicina con el tiempo la apoyaron, en Guadalajara empezó sus estudios y en Sonora se especializó. “A mí sí me gustaría que ellos siguieran mis pasos, se trata de hacer el bien, cuando te gusta tu trabajo y haces las cosa con amor, brillas y eres feliz”.

Señaló, no hay nada como ver a un niño nacer, los bebés nacen defendiéndose, luchando, llorando y dando pataditas. Ella viene de familia de médicos, hija del doctor Pedro Herrera y su madre era enfermera.

Su mayor satisfacción es que hasta ahorita todo le ha salido bien y como muchos doctores teme a los errores, no está exenta. Considera que nunca se deja de aprender en su profesión, ser médico demanda: esfuerzo, vocación y disciplina.

Artículos Relacionados