Desde hace 3 meses que un grupo de Haitianos llegó a México, desde hace varios días un promedio de 15 familias se hospedan en la privada Cuauhtémoc pero ayer decidireron salir en busca de una vivienda para pagar menos pues ya se les ha agotado el recurso.
Visiblemente cansados, algunos hombres se detuvieron en calles de la zona centro manifestaron haber sido discriminados pues en algunos establecimientos no les permitieron quedarse.
“Por qué la discriminación si somos de la misma sangre, solamente tenemos color diferente, yo tengo hambre ustedes también”, señaló Marino Michel quien estaba acompañado por más hombres, algunos viajan con sus familias.
“En mi país no tenemos presidente, nada funciona bien por eso salimos de ahí por una vida mejor”, comentó.
No saben cuánto tiempo se quedarán en la localidad porque ya están cansados de tanto caminar pasaron 10 días caminando hasta llegar a Monclova porque los bajaron del autobús.
Además ya no tienen dinero para continuar su camino, Marino Michel gastó 18 mil pesos de Tapachula a Monclova, aseguró que ese dinero los obtuvo trabajando en la construcción durante el tiempo que estuvo en Chile, aunado a que vendía cosas en los semáforos.
Ayer buscaban con desesperación una casa para quedarse porque no tienen recurso para pagar 250 por dos personas al día.
En el caso de Marino Michel dijo que viaja con su esposa y su hija, pero también está en sus manos el futuro de su madre quien se quedó en Haití y espera poder mandarle recursos.
“Yo sé de construcción de cosecha, allá no hay dónde más trabajar”, comentó ya que planean quedarse durante un tiempo en Monclova para después retomar su camino a Estados Unidos.
Los haitianos argumentaron que no tomaron el camino de Haití a Miami Florida porque no tenían pasaporte y visa, a Chile es muy fácil ingresar sin visa, después de Chile a Colombia, Panamá, Perú hasta llegar a México.
Ellos no portaban cubrebocas porque señalan que en Haití no hay muchos casos de covid 19 y que la mayoría de ellos ya había recibido la vacuna contra esta enfermedad.
¡PRIMERO MUJERES Y NIÑOS!
Pedro Magaña, presidente de la Fundación Manos de Acero acudió a la privada Cuauhtémoc, la calle que está inundada de moteles, pues sabía que ahí se hospedaban algunas familias.
Llegó al lugar, preguntó por mujeres y niños, los invitó a subir a su camioneta y los llevó a comer pollo frito, después en la siguiente ronda llevaría a los hombres.
“Hay que ser empáticos, ponerse en sus zapatos, sentir lo que ellos están viviendo, ayer me tocó verlos a las 2:00 de la tarde caminando por la 57 y con niños, es algo inhumano y eso no se vale”, comentó el funcionario.
Dijo que el objetivo es buscarles albergue para que no estén pagando a diario pues necesitan ahorrar para poder llegar a su destino, a Estados Unidos y cumplir el sueño americano.
Primero fueron mujeres y niños, los llevó a comer pollo frito, a un restaurante de la ciudad, dijo que su hermano estaba por ir en una unidad mayor para trasladar a más familias de haitianos.
“Tenemos una casa de apoyo en la Ciudad Deportiva ahí caben hasta 3 familias, pero son entre 10 y 15 familias, por lo que buscaremos la manera de apoyar a los demás”, comentó el regidor.
Esta acción fue costeada inicialmente con recursos propios, pero Pedro Magaña comentó que Fundación Manos que Ayudan que nunca ha tenido frontera y apoyarán a estas familias.
