Más de 30 mil personas son denominadas con “capacidades diferentes”, pero el simple título los despoja de las posibilidades que las personas “normales” pueden alcanzar
Monclova tiene un porcentaje alto de personas que sufre algún tipo de discapacidad motriz o intelectual y la mayoría está en una edad considerada como laboralmente productiva, sin embargo, pese a las campañas de concientización siguen siendo discriminados y son pocas las empresas que los contratan.
Más de 30 mil personas son denominados con “capacidades diferentes”, pero el simple título los despoja de posibilidades que las personas “normales” pueden alcanzar, como llegar a tener un buen empleo y bien remunerado.
Eleazar Castellanos es un hombre que no se ha cansado de luchar por la inclusión de estas personas al círculo social, de diferentes maneras ayuda a personas que tienen discapacidad motriz o intelectual, a él derivado de un accidente, le amputaron un brazo y una pierna.
“El grado de dificultad para hacer nuestras vidas no lo ponemos nosotros, es la gente quien nos la complica, porque nos ve como personas anormales”.
Señaló, que es poco coherente que los legisladores no se preocupen por hacer leyes que defiendan a los ciudadanos con algún tipo de discapacidad, “yo soy padre de familia y si no me dan trabajo cómo la voy a mantener, necesitamos oportunidades porque hacemos bien las cosas”.
Aclaró, que cada paso para una persona con capacidades diferentes es un tormento, primero porque la ciudad no está adecuada en su mayoría para su tránsito, y luego porque las miradas de la gente son de desprecio o lástima, “no queremos ninguno de esos dos sentimientos, a las personas como yo nos gusta que nos vean de frente y nos traten como cualquier ser humano, que está completo físicamente”.
Pese a movimientos sociales o políticos, son pocas las cosas que se han hecho a favor de este sector de la sociedad, que no pide nada más que oportunidades de crecimiento y de inclusión social y laboral.