Fue gracias a una publicación que leí hace algunos días en Facebook, de una conocida quien sube una fotografía de Suzanne Lou Pape que comencé a interesarme en ella. En el post quien lo publica menciona que Suzanne era una feminista de su época, eso me llamó todavía más la atención.
Así que indagando en su vida pude descubrir algunas cosas más. Quizá “feminista” no era el mejor término. Más bien Suzanne parecía no formar parte de aquella época, quizá quede mejor decir que era una temeraria, aventurera, incluso rebelde si se permite el término.
El caso es que su historia es tan solo conocida por ser la sombra del hombre que rescató a Monclova del olvido. Pero Suzanne es mucho más que solo la esposa de Harold R. Pape. Tenía y perseguía sus propios ideales y además hacía lo posible por cambiar las cosas en Monclova.
Si bien sabemos AHMSA además de ser una empresa siderúrgica que ha sostenido la economía de todas las familias de Monclova, directa e indirectamente también ha provocado grandes cambios en la zona. Esto dudo que fuera desconocido para Suzanne, así que le entregó su vida a Monclova, por esto y por todo lo que ella creía.
Al final de su vida, y en un escrito que forma parte de la exposición que se encuentra en el Museo Pape, Suzanne escribe con desesperación todo lo que hizo por rescatar a Monclova, pero lo escribe sintiendo que en realidad nadie se daba cuenta de ello. Necesitaba que fueran reconocidas todas esas cosas. Las escuelas fundadas, el plan del Museo y de la Biblioteca; todos los actos altruistas que realizó eran parte de quien era ella.
Para comprender un poco más sobre quién era Suzanne, aquí se presenta un poco sobre su biografía.
Suzanne Robert Blanche nació en París el 31 de julio de 1897. Fue hija de Napoleón Eugene Robert y de Ernestina Clarisse Verdín. Siempre estuvo interesada en la moda y en el arte. A los 12 años gana un premio de dibujo en un concurso de Arte. Y a los 16 años ingresa a una escuela de modas de Caroline Roboux, donde se especializó en el diseño y la confección de sombreros, ya que en aquella época y en París era el principal accesorio de moda.
A los 17 años, debido al inicio de la Primera Guerra Mundial se interesa por una práctica que era nueva: la aviación. Los aviones servían para los combatientes como un medio de comunicación y Suzanne pronto queda fascinada con ellos, ya que en su opinión es lo más cercano a volar de verdad.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial a mediados de los años 20’s conoce en un tren de regreso a París al piloto aviador Paul André Chicoineau, con quien en 1926 se casa. Sin embargo, un año después el joven piloto muere en un accidente aéreo. Contrario a lo que podría creerse, esto le da a Suzanne un impulso para continuar con sus lecciones de vuelo e incluso obtiene su licencia para pilotear.
El 4 de agosto de 1931 realiza la expedición aérea de volar desde París hasta Marruecos.
Ya de regreso en París vuelve a su afición por el diseño de sombreros de moda en la boutique Roboux. Después abre su propio taller de modas “Louise Bourbon” de ahí el apodo de “Lou” Es por esos días cuando conoce a Harold R. Pape, que también residía en París trabajando para la empresa ARMCO.
Su romance fue breve, el 14 de mayo de 1934 contraen matrimonio en París, donde continúan viviendo hasta que 5 años después estalla la Segunda Guerra Mundial.
El 14 de junio de 1940, París es ocupada por las tropas alemanas, debido a esto el matrimonio Pape decide abandonar Francia y dirigirse a los Estados Unidos de América, que en ese entonces representaba un sueño de libertad.
El 17 de enero de 1941 zarpan desde Lisboa con destino a la ciudad de Nueva York, 12 días después tocan tierra americana.
Hasta este momento hay que considerar todas las cosas por las que Suzanne ha pasado: dos guerras mundiales, un esposo que falleció, un nuevo matrimonio y la aventura de dejarlo todo para empezar de nuevo en un continente desconocido. De ahí el adjetivo de temeraria.
A sus 44 años está pisando tierra Norteamericana con su esposo con el que tiene 7 años de casada. Y lo que vendría después quizá fue una de las pruebas aún más difíciles que ambos enfrentaron.
Es en 1942 apenas a un año de haber llegado a Nueva York, que la compañía ARMCO, para la que Harold Pape trabajaba, lo envía de comisionado a un nuevo proyecto al Norte de México.
La inestabilidad quizás estaba desesperando a Suzanne, o quizás no, quizás fue justo eso lo que le permitió seguir siempre a su esposo a donde quiera que fuera. De ahí el adjetivo de aventurera.
En marzo de 1942 los Pape se trasladan a Monclova, Coahuila, para empezar, una vez más, desde cero, ahora no solo su vida sino una nueva empresa siderúrgica, aquí es donde nace AHMSA.
Mudarse a Monclova Coahuila en 1941, significó para el matrimonio Pape una aventura y un reto por el desconocimiento que representaba, pero además, para Suzanne representó hacer el papel de esposa que apoya a su marido en todo y que inicia una nueva vida a donde sea que haya que ir.
Siempre tuvieron mucha fe, en que aquello que estaba por emprenderse tomaría sentido, y que funcionaría, pronto esa aventura se convirtió en un compromiso. El compromiso de entregarle a Monclova todo cuanto pudieran para poder verla crecer.
Los imagino a su llegada, impactados por lo despoblado y falta de tecnología en el lugar. Es decir, ellos venían de París, de Europa, eran viajeros, estudiados. Quizá no comprendían todo lo que Monclova necesitaría para florecer, solo lo hicieron.
Suzanne siempre mostró ser alguien que sabía emprender, que hace con lo que tiene lo mejor que puede hacer. Y no dejó de hacerlo hasta el día de su muerte.
Su matrimonio con Harold R. Pape, representó, en sus palabras:
“El resumen apasionado de la vida de dos seres en el camino de servir a los demás de acuerdo a sus capacidades”.
