En alegre festejo celebran los 70 años de la Talabartería Guajardo de Monclova, un lugar conocido por todos y estimados por otros tantos. Fue la mañana del 24 de junio, el Día de San Juan, cuando la familia Guajardo y allegados se dieron cita en el negocio de la familia para festejar que gracias al empeño y dedicación de ya cuatro generaciones, esta talabartería presume ser de las pocas sobrevivientes en la región.
Además de festejar los 70 años, festejan también el cambio de administración, ahora les corresponde a los nietos del fundador continuar con el legado de la familia. Los seis nietos de Don Jesús Guajardo Reséndiz toman las riendas del lugar, felices de poder devolverle lo mucho que obtuvieron de ahí: memorias, recuerdos.
Javier Guajardo.
“El nombre de la Talabartería J. Guajardo hace referencia a los nombres de mi abuelo que era Jesús, mi padre José, mi hermano Javier y yo Jesús, nuestros nombres son con “J” comenta para la prensa Jesús Guajardo.
Iniciado el evento Jesús Guajardo, nieto del fundador, cuenta la historia de la Talabartería:
“Este negocio lo inició mi abuelo Jesús que había sido talabartero en los Almacenes Monclova desde muy joven; él era parte del equipo de los talabarteros, a él le correspondía surtir la mercancía a varios municipios entre ellos Zaragoza, Coahuila, ahí conoce a mi abuela, “Panchita”. Pasa el tiempo y en 1928 fue a vender la mercancía de Almacenes Monclova en Espinazo Nuevo León, donde se reencuentra con Panchita y deciden contraer matrimonio.
Los Almacenes Monclova no le daban lo que él buscaba así que decidió irse a Monterrey a buscar fortuna y no la encuentra, lo mismo pasa en Laredo, hasta que en 1942, cuando se funda Altos Hornos de México que la economía mejora en su querido Monclova así que decide volver. Es en 1949 cuando después de comprar un terreno en las calles Abasolo con Hidalgo decide fundar su propia Talabartería.
Al morir mi abuelo mi padre es quien decide continuar con el negocio, y después cuando mi papá falleció fue mi tío menor, Juan Hermilo quien sigue con el legado. Después mi tío decide dejar este negocio y es mi madre Herlinda De los Santos y mi tía María Odilia Guajardo quienes administran el negocio por algunos años, y ahora somos nosotros, la cuarta generación quienes seguiremos.”
Durante el evento estuvo presente el Padre Alejandro Castillo, quien dijo un sermón a todos los presentes sobre nuestra misión en el mundo ayudando a otros, como por tantos años lo ha hecho la Talabartería; después roció agua bendita en el local, declarando bendición sobreabundante.
Para finalizar, los anfitriones ofrecieron un almuerzo que incluía tacos de varios guisos tradicionales, aguas, refrescos, y el tradicional pastel y panquecitos.