La paciencia se agotó. Con el coraje acumulado tras meses de incertidumbre, los trabajadores de Altos Hornos de México (AHMSA) anunciaron que este miércoles 6 de agosto no permitirán la salida de un solo equipo de la acerera. Su consigna es clara y contundente: "Nada sale".
Los obreros, muchos con más de cuatro décadas de servicio, aseguran que ya no tienen nada que perder. El temor quedó atrás; lo que ahora los mueve es la indignación de sentirse ignorados tras dedicar su vida a la empresa. "Estamos hasta la madre", expresan, hartos de promesas incumplidas y del silencio oficial.
Aunque han considerado recursos legales como el amparo, desconfían de la lentitud de la justicia. Temen que mientras los tribunales resuelven, la maquinaria ya haya sido retirada de Monclova. Por ello, decidieron pasar a la acción inmediata: vigilar los accesos de la planta e impedir el paso de constructoras o transportistas.
Las autoridades estatales han advertido que se aplicará la ley si hay bloqueos, pero los trabajadores insisten en que no buscan confrontaciones. "No queremos pleito, queremos justicia", dicen. Aun así, dejan claro que cualquier intento de desmantelamiento será detenido.
La empresa, por su parte, aclaró que solo ingresará personal especializado para tareas de preservación y conservación de los equipos, no para su retiro. Sin embargo, los obreros aseguran que permanecerán atentos, vigilando cada movimiento.
Al finalizar una reunión este martes, el sindicato encabezado por Julián Torres Ávalos, líder del Grupo de Defensa Laboral Obrera, organizó un volanteo en los cruceros de Pape y Madero. Ahí informaron a peatones y automovilistas sobre su lucha, buscando sumar respaldo ciudadano y evitar que el conflicto laboral caiga en el olvido.