Un hombre mexicoamericano bebió agua del río Monclova y aseguró que el vital líquido está limpio y que no es la primera vez que lo hace.
Se trata de Andrés Gutiérrez Camarillo, de Dallas Texas, quien ha regresado a su ciudad natal, Monclova, para contribuir en la limpieza del río, una labor que dijo ha llevado a cabo desde el 2012 junto a la tribu Kikapú y Negros Mascogos.
Él es fue una de las dos personas que utilizaron kayaks el día de ayer para retirar plástico, llantas y otros desechos del río.
"Yo vivo en Dallas, desde allá vinimos a apoyar. Yo soy nacido aquí, a todos nos debería de nacer limpiar el río, es de todos, no es mío, no es del municipio, es de la comunidad. Es agua muy hermosa y se debe cuidar", declaró.
A través de la organización Gobernanza Indígena y Afroamericana de México, que opera a nivel internacional en Texas y México, Gutiérrez y su equipo han desplegado 11 kayaks en el estado de Coahuila con el fin de limpiar los causes naturales.
"Este kayak fue donado por una persona de Estados Unidos para la limpieza de los ríos y nada más para eso se utiliza. Cuando aquí esté todo limpio, este kayak se lo vamos a prestar a los jóvenes para que se paseen, pero mientras haya basura, este kayak no es para divertirse", enfatizó.
Desde 2012, se ha dedicado a la limpieza de los ríos luego de que unos corredores de Alaska, Canadá y Estados Unidos que iban rumbo a Guatemala pasaron por Coahuila y comprobaron que es el estado con más causes naturales contaminados.
"Ellos recolectaron muestras de agua limpia de otros países, pero cuando llegaron a Coahuila, el agua de aquí era la más sucia, desde entonces, me dediqué a limpiar ríos", relató.
Cada cuatro años, este hombre ha participado en las Jornadas de Paso y Dignidad de Pueblos Indígenas, una carrera en la que ha hecho un recorrido desde Piedras Negras hasta la Ciudad de México en un mes.
Su pasión por el agua y la naturaleza lo ha llevado a sostener creencias profundas sobre su valor: "Me siento increíble al llegar a esta agua, aquí está brotando, sale bien limpia. A pesar de que todo el mundo dice que está sucia, el agua no hace daño".
Con una filosofía espiritual sobre la naturaleza, concluye: "El agua siente, sabe, el agua tiene memoria. Nosotros somos agua. Esta agua pasó por el cuerpo de nuestros abuelos, y la que traemos en nuestro cuerpo, en nuestro cerebro, está más contaminada".
Su lucha por la preservación de los ríos de Coahuila continúa, con la esperanza de inspirar a otros a sumarse a su causa.