Juanita Delgado Juárez, de 62 años, vivió una vida marcada por el dolor, la pérdida y el silencio. Originaria de la colonia Hipódromo, era la mayor de siete hermanos, Hugo, Juan, Martha, José, Jesús y Manuel e hija de Manuel Delgado Rivera y Adelita Juárez Sillas.
Desde joven, Juanita se alejó de su tierra para seguir a su esposo al estado de Puebla, donde vivió durante dos décadas y formó una familia.
Sin embargo, la tragedia tocó a su puerta: la muerte de dos de sus hijos en un accidente en una construcción cambió su vida para siempre.
A partir de entonces, el alcohol se convirtió en su refugio y su forma de sobrellevar el profundo dolor. Hoy, le sobreviven dos hijos que radican en Puebla.
Durante años, su familia en Monclova no supo nada de ella, su vida fue un misterio pues poco se sabía de su vida, siempre la mantuvo privada hasta que, aproximadamente hace 10 años, regresó a esta ciudad, para luego encontrar refugio en una vivienda ubicada sobre Avenida Oriente, entre las calles 4 y 6.
En esa casa, deteriorada encontró un espacio donde compartir su soledad, aunque también se enfrentó a violencia verbal y física. De acuerdo con las versiones, era la única mujer que habitaba el lugar, rodeada de otros individuos con problemas de adicción.
La casa donde pasó sus últimos días, y donde perdió la vida, refleja la dureza de las condiciones que enfrentó: ventanas cubiertas con cartón y plástico, paredes sucias, mensajes de un antiguo negocio de "Repintado Automotriz" y un patio lleno de basura y botellas vacías de alcohol.
Hoy, permanece acordonada con cinta amarilla de "Precaución", mientras las autoridades realizan las investigaciones pertinentes.