"Yo no soy un delincuente", afirma migrante colombiano que se siente ya mexicano, esto tras ser señalado por la gente por los recientes actos delictivos que sí cometieron otros hombres de su misma nacionalidad.
Ricardo Quiñones Palma, lleva un año en Monclova, se defendió diciendo, "No porque otros colombianos hicieron daño a la gente significa que yo también haré. Yo no le debo ni una moneda a nadie, ni le hago mal a nadie, no soy un delincuente".
Llegó a Monclova como parte de una caravana que cruzó rumbo al norte de Coahuila, con la esperanza de llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor.
Sin embargo, la vida lo hizo quedarse en esta localidad, donde ha establecido su rutina diaria como lavacoches en la plaza Alonso de León.
"Aquí estoy bien, aquí me siento bien machín", expresó con orgullo, al referirse a lo que considera su nueva casa.
A pesar de las adversidades, incluyendo la soledad que enfrenta lejos de su familia, Ricardo ha logrado sobrevivir con lo que gana limpiando autos, aunque sus ingresos son limitados.
"Lo poco o mucho que obtengo me ayuda a sobrevivir. No he faltado al respeto a nadie. Aquí ya me siento de Monclova, ya soy parte de esta comunidad", subrayó, reafirmando su compromiso con la ciudad que lo ha acogido.
No piensa en regresar a su país ni en migrar a Estados Unidos, especialmente ahora, con las amenazas del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas de migrantes.
"Yo no voy a pasar más hambres allá, aquí ya estoy bien", dijo, en referencia a la difícil situación que muchos migrantes enfrentan en el vecino país.
A pesar de la situación crítica que viven algunos de sus compatriotas, hace un llamado a la solidaridad y empatía, pidiendo a la sociedad de Monclova que lo deje seguir trabajando y contribuyendo de manera honesta.
"No soy un delincuente, solo quiero trabajar y vivir tranquilo. Ya me siento mexicano", concluyó con determinación.