PIEDRAS NEGRAS, COAH. - En un movimiento que contradice abiertamente sus promesas de campaña, el alcalde Jacobo Rodríguez aprobó la construcción de un nuevo fraccionamiento de mil viviendas en la zona de Las Tinajas, a pesar de la severa crisis de desabasto de agua potable que afecta a decenas de colonias en el municipio.
Durante su conferencia matutina de este jueves, el edil confirmó que el Consejo de Desarrollo Urbano dio luz verde al megaproyecto habitacional, sin que se hayan resuelto los problemas estructurales del sistema de agua potable y drenaje que aquejan a la ciudad desde hace años.
La decisión generó fuertes críticas, especialmente porque en septiembre de 2024, Rodríguez prometió públicamente que "no se avalarían más fraccionamientos hasta solucionar el problema del agua".
La aprobación del fraccionamiento, promovido por las desarrolladoras Construmarket y Metrocasas, condena a mil familias a habitar en condiciones de precariedad hídrica, y amenaza con agravar aún más la situación en sectores donde el servicio ya es intermitente, deficiente o totalmente inexistente.
Durante la misma conferencia, el alcalde intentó minimizar el impacto al señalar que solo se construirán inicialmente 200 viviendas y que el proyecto no representa un riesgo de inundación.
Sin embargo, su argumento quedó en entredicho al recordarse que su administración frenó recientemente un proyecto de apenas 64 viviendas por "riesgos hídricos y pluviales".
El doble discurso es cada vez más evidente: hace apenas un año, Rodríguez criticaba duramente a la administración anterior por aprobar desarrollos "de madruguete" sin considerar la capacidad de los sistemas hidráulicos.
Hoy, su gobierno toma decisiones favoreciendo intereses inmobiliarios sobre las necesidades básicas de la población.
La realidad es alarmante: la ciudad cuenta con solo 12 tanques elevados, varios en estado ruinoso, y el sistema de bombeo del SIMAS presenta fallas constantes. A pesar de ello, en los últimos cinco años se han autorizado cerca de 6 mil viviendas a empresas como Manter, sin que se haya ampliado o modernizado la infraestructura hídrica.
Lejos de encaminar a Piedras Negras hacia un desarrollo urbano responsable y sostenible, su decisión profundiza la crisis del agua, erosiona la confianza ciudadana y evidencia una administración más comprometida con los intereses del sector inmobiliario que con el bienestar de sus habitantes.