Una forma de apoyar la economía de las madres de familia son las muy conocidas tandas grupales de préstamos, que con pagos solidarios adquirían cantidades desde seis mil pesos hasta los 50 mil en algunas ocasiones, de acuerdo a la puntualidad de sus pagos.
Ante esta contingencia se colapsaron, ya que para organizar estas tandas se hacían reuniones de más de 15 señoras y realizaban juntas para presentar documentos.
La usuaria pagaba el 150% de su préstamo, pero por la facilidad de adquirir el dinero, pero las reuniones eran parte medular de este tipo de adquisición de efectivo por parte de las amas de casa.