Al menos 30 migrantes extranjeros y mexicanos, han muerto ahogados o deshidratados, en su intento por conseguir el “Sueño Americano”, de enero a noviembre de este año, en la frontera entre Piedras Negras, Coahuila y Eagle Pass, Texas.
Entre las víctimas se encuentran cinco niños, incluso un bebé de 10 meses.
La mayoría de los decesos ocurrieron en la temporada primavera-verano.
Las cifras bajaron drásticamente ante la vigilancia por corporaciones de seguridad que existe en las riberas del Río Bravo, precisamente para impedir que los migrantes arriesguen su vida y la de sus familias.
El cónsul de México en Eagle Pass, Ismael Naveja Macías, lamentó que este año han fallecido cerca de 30 personas, la mayoría por ahogamiento.
No se han registrado decesos por las bajas temperaturas.
El funcionario federal insistió a todas las personas que intentan internarse ilegalmente a los Estados Unidos, a que desistan, y si lo hacen, a que lleven celulares en mano para una emergencia.