CIUDAD DE MÉXICO.- En una polémica y prolongada sesión, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la reforma al Poder Judicial impulsada por Morena y sus aliados, con 357 votos a favor y 130 en contra. La reforma, que ahora pasa al Senado, propone que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, una medida que, según sus promotores, garantizará una justicia más independiente y cercana al pueblo. Sin embargo, la oposición ha denunciado que esta reforma pone en riesgo la autonomía del Poder Judicial, acusando al bloque oficialista de intentar controlar a este poder desde el Ejecutivo.
Durante la sesión, realizada en la Sala de Armas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca debido a la protesta de trabajadores en San Lázaro, se presentaron 136 oradores y se discutieron diversas propuestas en lo particular por más de 12 horas. Finalmente, solo se aceptaron tres modificaciones, todas ellas presentadas por los mismos legisladores de Morena y sus aliados. Entre las modificaciones aceptadas se incluye el uso de la palabra "juezas" y la garantía de una liquidación y posibilidad de ejercer como abogados para magistrados y jueces que no participen o pierdan en las elecciones judiciales.
El líder de Morena, Ricardo Monreal, defendió la reforma como una medida innovadora que busca combatir la corrupción en los órganos de justicia. "Podemos decir con orgullo a quienes votaron por nosotros: no los traicionamos. Cumplimos con la Patria", afirmó Monreal, reconociendo que la reforma impactará los derechos laborales de un 3.3% de los trabajadores del Poder Judicial.
La propuesta ahora enfrenta su siguiente reto en el Senado, donde Morena necesitará un voto más para alcanzar la mayoría calificada necesaria para modificar la Constitución. La comunidad política y la sociedad civil observan con atención, ante la posibilidad de una transformación histórica en el sistema judicial del país.