Región Carbonífera.- La Región Carbonífera vivió una jornada alarmante este jueves, al registrarse tres intentos de suicidio en hechos separados, lo que ha vuelto a poner sobre la mesa la crisis de salud mental que atraviesa esta zona de Coahuila. Con estos sucesos, se intensifica la preocupación de autoridades y sociedad civil, ya que en lo que va del año 2025 se contabilizan 14 suicidios consumados.
Entre los casos reportados, destaca el del reconocido comerciante Mario Moreno Polendo, popularmente conocido como "Bebo", famoso en San Juan de Sabinas por la venta de lonches. Fue encontrado inconsciente dentro de su camioneta Chevrolet en el panteón Santa Rosa, tras ingerir una cantidad considerable de pastillas. Su localización oportuna permitió su traslado inmediato a un hospital, donde permanece bajo observación médica.
En otro caso, un hombre de 38 años, residente de la Villa de Cloete, intentó quitarse la vida al provocarse heridas en una de sus muñecas. Asimismo, una mujer de 36 años, habitante de la colonia San Antonio, ingirió una sobredosis de medicamentos en un intento similar. Ambos fueron atendidos por cuerpos de emergencia y trasladados a hospitales locales, donde su estado de salud fue reportado como estable, aunque continúan en proceso de recuperación bajo vigilancia médica.
La Fiscalía General del Estado confirmó que ya se iniciaron investigaciones en cada uno de los casos, en coordinación con familiares, con el objetivo de conocer el contexto detrás de estos hechos y ofrecer acompañamiento emocional a las personas afectadas y su entorno.
Estos tres intentos de suicidio ocurridos en un solo día reflejan una problemática que no puede ser ignorada. La cifra de 14 suicidios consumados en lo que va del año subraya la necesidad urgente de fortalecer programas de salud mental, campañas de prevención y servicios de atención psicológica accesibles para toda la población.
Organizaciones civiles, especialistas en salud mental y autoridades locales han coincidido en que la depresión, el estrés, la ansiedad, la soledad y factores económicos están contribuyendo a esta ola de conductas autodestructivas, por lo que es indispensable generar una red de apoyo sólida y mecanismos efectivos para detectar a tiempo los signos de alerta.