MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- María Fernanda Gámez, una joven madre de familia, ha recurrido a las redes sociales para expresar su desesperación y clamar a Dios por el medicamento que necesita para tratar su esclerosis múltiple.
Desde hace varios años, ella ha luchado contra esta enfermedad debilitante, aunado a que en el área administrativa del IMSS Palaú le ha negado el tratamiento que requiere.
En su mensaje, la derechohabiente expresó: "Merezco tener una vida digna por el tiempo que Dios me tenga aquí. Sí, sí lucho, no tengo fuerzas, pero mis hijos lo valen todo, y yo tengo que conseguir este tratamiento porque es el único que me mantiene estable".
Aclaró que los médicos la han atendido bien, pero el problema radica en las oficinas y la dirección del IMSS, donde de forma constante le han negado su tratamiento recurriendo a hospitales particulares a pesar de estar aprobada para recibir un año de medicamentos en el Seguro Social.
La situación ha llegado a oídos de los delegados del Seguro Social en Coahuila, quienes ya están atendiendo el caso, tras la denuncia del mitólogo y la intervención de la encargada del área de neurología en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
A pesar de su fe inquebrantable en recuperar su salud, María Fernanda, de 35 años de edad, admite que hay días en los que su cuerpo está cansado y la agonía se siente interminable.
En sus oraciones, implora "Señor mi Dios y Salvador, soy consciente de mi gravedad, pero también testigo de tu poder y grandeza. Esta noche, con toda humildad, te suplico hagas tu voluntad en mi vida, te suplico, Padre, ya no permitas que mi familia sea más perjudicada por esta enfermedad que padezco, que mis hijos ya no sufran por mi causa, suple por favor nuestras necesidades y toca los corazones de los administrativos del IMSS para poder recibir atención".
Al viralizarse la situación de María Fernanda, la comunidad espera que las autoridades competentes actúen con rapidez y la paciente pueda recibir el tratamiento que tanto necesita para mejorar su calidad de vida y la de su familia puesto que de forma particular tiene que pagar hasta 2 mil 400 pesos para poder ser atendida y recibir el medicamento que requiere su cuerpo.