MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- ¡El que no arriesga, no viaja! Este es el lema del matrimonio argentino conformado por Juan de Marzo y Mariana, quienes apreciando la cultura, las tradiciones y costumbres así como la naturaleza de 12 países, se aventuraron desde hace 4 años y medio a viajar por todo el mundo con el firme propósito de llegar a Alaska.
Hoy se encuentran pernoctando en el Pueblo Mágico de Múzquiz, no necesitaron mucho para viajar, solamente tomar la decisión de hacerlo, subir a su unidad, una camioneta Ford, 1993, adaptándole en la caja una casita de madera que tiene en su interior, una pequeña cocina, un baño con regadera, dos camas y hasta una sala para recibir a sus invitados todo en miniatura pero con todas las comodidades distribuido en 9 metros cuadrados, además de ser acompañados de una mascota a la cual adoptaron con el apodo de “La Negra” tras encontrarla solitaria hace año y medio en una playa de Costa Rica.
“Somos de Buenos Aires, Argentina, tenemos ya 3 semanas en la Carbonífera, conociendo más de esta bella región, llegamos casi de casualidad y nos encontramos con la gran calidez de las personas, pues nos han recibido muy bien, muy hospitalarios”, expresó Mariana tras añadir ya visitamos el Río Sabinas de este Municipio, nos gustó mucho de tal manera que llevamos aquí, ya más de lo planeado.
Por su parte Juan de Marzo dijo “hace 4 años y medio que salimos de nuestra casa y es México el país número 12 que visitamos.
La pareja inició esta aventura en Buenos Aires Argentina donde estuvieron cerca de 1 año, luego viajaron a Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Colombia y México, quedándose 6 meses en cada lugar ya que es lo que les permiten las autoridades en base al permiso que obtienen, así pernoctaron en Sudamérica siguiendo por Centroamérica llegando a Costa Rica y ahora a México donde llevan 4 meses, además han regresado a su tierra en 2 ocasiones.
“Soñar despierto para no vivir dormido” es el nombre del proyecto de esta casa rodante que construyeron entre ambos; Mariana es psicopedagoga, trabajaba en escuelas en tanto Juan Marzo se desempeñaba como técnico en subterráneo de tal manera que, viajando, salieron con la idea de hacer cosas nuevas y probar cosas nuevas, elaborando artesanías y aprendiendo a tatuar, elaborar comidas y venderlas en los lugares donde se puede.
La feliz pareja lleva 6 años de matrimonio y viviendo juntos desde hace 15 años pues ella tenía 17 y el 19 cuando se conocieron.
La idea de recorrer el mundo surge cuando eran más chicos pues siempre les gustó viajar, durante el año les gustaba ahorrar bastante para poder irse de vacaciones de 15 a 20 días, el tiempo que les daban en sus centros de trabajo lo cual señalan se les hacía poco pues eran los días que más felices se sentían durante el año.
Así, se cuestionaban el porqué, no podían ser así todos sus días, iniciando la ruta de viaje, conociendo a gentes que realizaban recorridos y trabajaban un poco, viviendo con menos, pero disfrutando más, volviéndose más notoria la idea de hacer ellos lo mismo.
Idearon un plan, comenzaron a materializarlo y 2 o 3 años después de que la idea había surgido salieron en ruta tras construir en 1 año su casa de viaje.
Dicen a LA VOZ que sus padres están contentos porque los ven felices, observan todos los lugares que conocen, los amigos que han hecho, al principio les costó un poco aceptar la idea respecto a que se iban a ir, pero con el tiempo asimilaron pues están en contacto todo el tiempo, además menciona Juan “cada quien elige un poco lo que quiere para su vida y, ellos, nuestros padres, tuvieron ya la oportunidad de tomar su decisión”. A la fecha tienen 2 años y medio que no han vuelto a su lugar de origen.
Recuerdan, que cuando surgió la pandemia, durante los primeros 6 meses, se encontraban en un pueblito bien chiquitito en el Pacífico de Costa Rica llamado “Playa Banderas”, mientras que, en Argentina, sí estuvo complicado lo del COVID, fue una pandemia bastante estricta, la gente por mucho tiempo no podía salir de sus casas.
“Nosotros somos de Buenos Aires, la capital de Argentina y en un momento nos cuestionamos si volver o no, cuando esto comenzaba pues no sabíamos cómo se iba a poner y, a la hora de la hora agradecimos no haber vuelto porque nos tocó la suerte de seguir nuestro camino sin resultar afectados, mencionan”.
Indican que posteriormente, en noviembre del año pasado en el Caribe de Costa Rica se contagiaron de COVID-19, por suerte fue algo leve, pues Mariana no presentó síntomas y en el caso de Juan, perdió el olfato.
Hoy podemos decir que cada lugar visitado tiene su encanto, pero en Múzquiz, han quedado maravillados por su naturaleza nata, ellos señalan que tenían pensado seguir su viaje rumbo a Alaska, desde el Sur de Argentina hasta más al Norte y lo que se pueda por tierra, sin embargo, la frontera está cerrada por ende no tienen muchos planes ni mucho rumbo.
Igual quieren seguir recorriendo México en su unidad rodante, pero añaden que lo mejor que se van a llevar de Múzquiz es la calidez de la gente, las amistades pues llegan personas brindándoles comida diversa, aclarando que son vegetarianos.
Hemos comido dulces, pero consumimos regularmente vegetales, un poco de harina, pastas, legumbres.
El mensaje para las personas que desean viajar y no se atreven es expresarles que para todo proyecto hay que esforzarse un poco y seguir ahí lo que uno siente, tener confianza y esforzarse por hacer lo que a uno le guste.
“La felicidad se vive al día, no hay que hacer planes, tampoco hay que poner excusas, si lo que podemos hacer hoy está dentro de nuestras posibilidades pues hay que hacerlo y ya”, mencionó la feliz pareja de Buenos Aires, Argentina.