MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- Entre flores coloridas, veladoras encendidas, música en vivo y comidas típicas, el municipio de Múzquiz celebró la tradicional "Feria del Hueso" en sus panteones.
Esta festividad, que tiene lugar el 2 de noviembre, es una fecha especial en la que se honra a los difuntos, y este año no fue la excepción.
Durante los días 1 y 2 de noviembre, familias muzquenses y visitantes se dedicaron a embellecer y acompañar a sus seres queridos en los sepulcros del panteón Santa Rosa 1 y 2.
Las tumbas fueron adornadas con esmero, aunque algunas otras, lamentablemente, mostraron signos de abandono y vandalismo, puesto que, personas sin hogar o adictas a sustancias tóxicas han encontrado refugio en estos sepulcros y capillas, añadiendo un matiz triste a la festividad.
En el panteón Santa Rosa yace Felipe de Jesús Torres Reina, uno de los mineros recuperados tras la tragedia de Pasta de Conchos en 2006. Su tumba, como muchas otras, recibe pocas visitas de familiares, un reflejo del paso del tiempo y el olvido.
Muchas lápidas están deterioradas, con cruces derrumbadas que se convierten en obstáculos para el caminar de los visitantes, provenientes de la ciudad de Monterrey, de Estados Unidos, de otros Municipio de la Entidad Coahuilense.
A pesar de estos contrastes, la vida florece en el exterior del camposanto ya que floristas de diversos estados de la República Mexicana ofrecen sus productos, mientras que comerciantes locales venden desde ropa hasta alimentos típicos.
Entre las delicias disponibles se encuentran el pan de muerto, carne asada, aguas frescas y cañas de azúcar, deleitando a los asistentes en su paladar.
Así, la "Feria del Hueso" se vive con una mezcla de tradición, memoria y comunidad, recordando a los Fieles Difuntos y celebrando la vida después de la muerte según las creencias de cada persona.