MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- El huracán Milton categoría 2 que tocó tierra en la costa Oeste de Florida, Estados Unidos, con vientos sostenidos de hasta 110 millas por hora, dejó a su paso una estela de destrucción aunado a los tornados que se registraron.
Entre los afectados se encuentran varios paisanos muzquenses que residen en aquel Estado de la Unión Americana, narrando la experiencia vivida que les dejó este fenómeno meteorológico.
Brenda N una residente muzquense en Florida, utilizó las redes sociales para pedir oraciones por las familias que enfrentaban la furia del huracán.
"Dios mío, tú todo lo puedes, desbarata ese huracán en el nombre de Jesús", expresó momentos antes de que Milton tocara tierra. Su mensaje reflejaba la desesperación y la esperanza de quienes se preparaban para lo peor.
Gracias al exhorto de las autoridades y cuerpos de emergencia de aquel lugar, muchas familias lograron desalojar sus inmuebles y trasladarse a áreas seguras, lo que resultó en un número reducido de pérdidas humanas.
Cabe señalar, la rápida respuesta y la cooperación de los residentes, fueron de suma importancia para minimizar el impacto del huracán que arrasaría con todo lo que encontrara a su paso.
Horas después del paso del huracán, Brenda N agradeció a través de sus redes sociales a todas las personas que le enviaron mensajes y llamadas de apoyo.
"Estoy bien", posteó, aunque añadió que las líneas de energía eléctrica y de telefonía habían quedado devastadas, complicando la comunicación y el acceso a servicios básicos.
De igual forma, Brenda N compartió su gratitud por haber sobrevivido al huracán. "Gracias a Dios padre estamos bien, estoy en mi casa, pero no tengo gasolina, no hay nada, lo importante es que estamos vivos, lo demás no importa", señaló.
Sus palabras resonaron en muchas personas que, a pesar de las dificultades, encontraron consuelo en la seguridad de sus familias, de sus seres queridos.
El huracán Milton deja una huella imborrable en la vida de muchos residentes de Florida, incluidos los paisanos muzquenses. A medida que la comunidad comienza el proceso de recuperación, las historias de resiliencia y solidaridad continúan emergiendo, recordándonos la importancia de la unidad en tiempos de crisis.