VILLA DE SAN JUAN DE SABINAS, COAH.- Tras señalar que, el dolor no prescribe por lo tanto, el dolor tiene que ser acompañado y con el favor de Dios convertirse en bálsamo y consuelo, el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alfonso Miranda Guardiola, ofició la misa en memoria de los mineros caídos en Pasta de Conchos.
Ante un número considerable de asistentes a la liturgia que se realizó en los patios de la mina, Monseñor llevó palabras de consuelo, palabras de esperanza, pero sobre todo de fe, a los deudos y, a las viudas.
Cabe señalar, acompañaron al Obispo, los sacerdotes de esta Región Carbonífera, por ende, se invitó además al pueblo de Dios para estar más unidos que nunca en fe y esperanza, esperando a su vez la justicia y la verdad de lo que aconteció aquel 19 de febrero del 2006 en Pasta de Conchos, además de pedir mayor seguridad en los desarrollos mineros.
Destacó que, el dolor hay que transformarlo en amor, hay que transformarlo en vida, pues no se pueden quedar las personas instaladas o estancadas en la muerte, tienen que vivir, tienen que hablar de la vida, proyectarla con palabras, con acciones, con todo lo que somos.
Por lo anterior, agregó que continuarán oficiando misas de acompañamiento, pues un sueño de Dios sería transformar este lugar de dolor, de heridas, de tragedia, en un santuario de esperanza y de consuelo, no solamente por las familias de este pueblo, sino de todo el país y, del mundo entero.
El Obispo escuchó a los familiares de los mineros y les dio un abrazo de consuelo patentizándoles su apoyo a través de la iglesia, conviviendo con ellos también después de la liturgia.
