SABINAS, CAOH. - En un llamado a la conciencia y el respeto, el adulto mayor Lauro Velázquez, ha destacado la creciente falta de consideración hacia los espacios designados para personas con discapacidad en la comunidad. Velázquez Torres menciona que, a menudo, estos lugares son ocupados por conductores sin ninguna discapacidad, lo que impide a quienes realmente los necesitan hacer uso de ellos.
Lauro Velázquez, quien a menudo depende de estos espacios, relata su frustración al tener que esperar a que un espacio se desocupe mientras observa a personas que se estacionan sin ninguna necesidad especial. "No hay respeto para estos espacios. Veo personas que se estacionan en estas áreas sin tener ninguna discapacidad, y otros que incluso bloquean las rampas. No es justo que lo hagan", expresó.
Velázquez Torres hace un llamado urgente a las autoridades locales para que presten mayor atención a este problema. "Pido a las autoridades que pongan más atención en este tipo de detalles. Necesitamos que se hagan cumplir las normativas y se sancione a los infractores", añadió.
La normativa vigente establece sanciones severas para aquellos que infringen las reglas de estacionamiento en espacios para discapacitados. Las multas pueden ser significativas, y en algunos casos, el vehículo puede ser remolcado. Estas medidas buscan disuadir a los infractores y asegurar que los espacios estén disponibles para quienes realmente los necesitan.
Para las personas con discapacidad, contar con espacios de estacionamiento adecuados es crucial. Estos lugares están diseñados para facilitar el acceso, con rampas y áreas amplias que permiten un uso más seguro y cómodo de sillas de ruedas y otros dispositivos de movilidad. Respetar estos espacios es un acto de solidaridad y apoyo a la comunidad.
El respeto a los espacios para personas con discapacidad es una responsabilidad compartida. Cumplir con estas normativas no solo evita sanciones, sino que también demuestra un compromiso con la inclusión y el respeto hacia todos los miembros de nuestra sociedad. La comunidad debe unirse para garantizar que estos espacios sean utilizados correctamente y para que las personas con discapacidad puedan moverse con libertad y dignidad
