SABINAS, COAH.- Durante su reciente visita a Sabinas, Coahuila, el Obispo Alfonso Miranda, acompañado del párroco de la Parroquia de Guadalupe Juan Gerardo Hernández, compartió su postura sobre la relación entre la Iglesia y el gobierno, abordando temas clave sobre la colaboración y el progreso en estas esferas. En su mensaje, el obispo hizo un llamado a fortalecer la relación entre la Iglesia y el Estado, destacando la importancia de una "laicidad positiva" que promueva una colaboración sana en beneficio de la sociedad.
El Obispo Alfonso enfatizó que la actual relación entre la Iglesia y el Estado, establecida en 1992, es una base sólida, pero que aún hay espacio para mejorar. "Tenemos que seguir avanzando; está lento, no ha habido progreso. La laicidad positiva es una colaboración sana que busca el bien del Estado y de la sociedad," explicó el obispo, destacando la necesidad de trabajar en la Ley General para avanzar en este sentido.
En sus primeros 15 días en la región, el obispo señaló haber percibido una buena relación general entre la Iglesia y las autoridades locales. "He tenido algunos encuentros con alcaldes y otros representantes del gobierno, y hasta ahora, la relación ha sido positiva," comentó. Mencionó encuentros recientes, como la reunión con el alcalde de Juárez, Juan Carlos Calderón, y la alcaldesa de Sabinas, Diana Haro, quienes mostraron disposición para colaborar con la Iglesia en beneficio de sus comunidades.
Al respecto, el obispo subrayó la importancia de trabajar juntos por el bien común. "Como Iglesia, pedimos a los gobernantes que hagan bien su trabajo, con todo su corazón, pensando siempre en Dios. Necesitamos buenos políticos, así como necesitamos buenos sacerdotes," afirmó, destacando que tanto los líderes políticos como los religiosos deben rendir cuentas no solo a la población, sino también a Dios.
El obispo concluyó su mensaje subrayando que la política es "el arte de hacer el bien," una tarea que, según él, está intrínsecamente ligada a los principios divinos. "Dios hace el bien, y el poder político no solo responde a la población, sino también a Dios en primer lugar," finalizó.
El llamado del Obispo Alfonso busca no solo fortalecer la relación entre la Iglesia y el Estado, sino también recordar a los líderes políticos la importancia de guiar sus acciones con integridad y responsabilidad divina.
