SALTILLO, COAH. - A pocas horas de concluir su administración como alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez platicó en exclusiva para Periódico La Voz. En la plática de más de media hora compartió los retos que enfrentó para llevar a Saltillo a convertirse en una de las mejores ciudades para vivir en México.
Amable, y abierto, habló de su vida familiar y la forma como la compaginó con su enorme responsabilidad.
Este día concluye exitosamente su compromiso como Alcalde de Saltillo y asume mañana el de Secretario de Desarrollo Social e Inclusión en Coahuila: “Estamos contentos de tener este cierre, con las actividades que tuvimos estamos como cuando comenzamos; de hecho, les dije al equipo que parece que son los primeros 100 días de cuando iniciamos, estamos con mucho trabajo, con fuerza y cumpliendo”
Como parte de los eventos finales, Manolo Jiménez entregó el certificado 85 mil, al ciudadano que ya forma parte de los comités de seguridad, una de las políticas públicas que implementó y que considera de las más exitosas de su gestión: “Empezamos el 1 de enero del 2018 con 100 saltillenses y ya somos 85 mil cuidando a Saltillo”.
El alcalde habló también sobre el apoyo que otorgó a otros municipios de Coahuila a través del Programa “Saltillo Hermano”, con la donación de camiones de basura, lámparas led, convertir a la capital como una de las ciudades más seguras del país y su evaluación también como uno de los mejores alcaldes de México.
¿Cuál ha sido su mayor satisfacción personal después de 4 años de gobierno?
Cumplir que lo que dijimos en campaña, se llevaron a cabo totalmente los compromisos y después de 4 años de trabajar en la Presidencia Municipal, que no es sencillo ser alcalde porque tiene sus temas complicados, lo mejor es estar en las calles, en el centro, los mercados, el Estadio de Béisbol y que la gente me salude con gusto.
¿Qué tanto ha cambiado Manolo Jiménez en estos 4 años? ¿Cómo era antes y después de ser alcalde?
Antes era y me veía más joven, pero sigo siendo el mismo como persona; como dice mi abuela, esto también pasará, lo bueno y lo malo, los puestos públicos y quien se lo cree, se pierde. Soy la misma persona con más experiencia y vamos con pies de plomo.
¿Cuál es la huella que le deja en lo personal haber estado al frente de la Presidencia Municipal?
La satisfacción de abonar a la grandeza de Saltillo, ésta ciudad jala y va hacia delante con, sin y a pesar de sus gobiernos, pero con buenos gobiernos, Saltillo vuela. Me siento contento y orgulloso de aportar a la grandeza de la ciudad que me vio nacer y donde vivo con mi familia; también muy contento y satisfecho, es el honor más grande de mi vida.
¿Su vocación de servicio, de quién la aprendió?
Viene de familia, nadie de ellos está en la política, sólo mi abuelo Luis Horacio Salinas, pero eso fue cuando nací. Pero en mi caso, además de trabajar en la iniciativa privada, todas las empresas de la familia han tenido una responsabilidad social, así que desde hace 30 años yo participé con mi madre Liliana de Salinas en un programa que tiene, es una fundación que se llama “La vida en el campo”, donde todas las épocas navideñas íbamos a las comunidades rurales a llevar la navidad y compartir esa alegría con la gente, desde niños nos han inculcado esos temas.
Luego, cuando inicié en la política, lo hice en la parte social trabajando en las colonias y así fue durante 10 años en cercanía con la gente y haciendo gestiones para ellos; por eso cuando llegamos a la candidatura del 2017 para ser presidente, el triunfo fue fulminante, porque veníamos construyendo con mucho tiempo el proyecto y legitimando con esa cercanía los apoyos que nos permitieron llegar.
Toda esta experiencia ha sido formativa y ahora que llego a la Secretaria de Desarrollo es curioso, porque fue en este rubro donde empecé con la política social.
¿Quiénes son sus ejemplos de servicio a la comunidad?
Mi madre Liliana, mi padre Manolo y mi abuelo son ejemplos de mucho servicio, gente de trabajo, de la cultura del esfuerzo y muy solidarios con Saltillo y con Coahuila; siempre muy generosos. De hecho, mi papá es el hombre más generoso que conozco, mi hermano le tiene que poner un freno porque siempre anda por toda la empresa ayudando a la gente y es el ejemplo que tenemos.
¿Qué es lo que le atrae de ser funcionario público?
Ayudar a la gente, así empezó todo, yo no iba a ser político, soy Ingeniero Industrial, pero en la escuela empecé a participar en la política estudiantil porque nadie representaba a los estudiantes de Saltillo en ese momento, a pesar de que era una de las asociaciones más antiguas en esa Universidad de Monterrey. Me metí por puro orgullo y sentido de pertenencia y así me empezó a gustar, luego fui presidente de la asociación de estudiantes de Saltillo, seguí con los de Coahuila y luego foráneos, éramos 12 mil y luego de toda la universidad.
Saliendo de ahí empecé a trabajar en el negocio familiar a la par de la política social en una colonia como gestor social.
Desde la escuela aprendí que para llevar a cabo las grandes ideas y proyectos se tiene uno que recargar en tres pilares fundamentales: tener un plan para todo lo que haces, trabajarlo muchas horas al día y hacerlo con un gran equipo.
Desde la universidad lo hacemos y lo replicamos en la presidencia con un equipo de mujeres, hombres, jóvenes y gente con experiencia, tuve el honor de que conmigo trabajaron tres ex alcaldes, dos de Saltillo y uno de Hermosillo, Sonora.
Esa experiencia le inyectó temple a la administración, con la juventud y energía se logró una buena combinación que a final de cuentas nos permitió tener grandes resultados e indicadores que hoy nos permiten tener a Saltillo como una de las mejores ciudades de México.
¿Cuál ha sido el reto más grande de su carrera?
Es este, como alcalde y no solamente el haber gobernado en el momento más adverso en la historia de nuestra comunidad al menos en los últimos cien años, de por sí era difícil administrar a una ciudad con un millón de habitantes con muchos retos, aristas y broncas, luego se sumó la pandemia del Covid.
Sin duda ha sido el reto más grande que hemos vivido, muy crítico, álgido, de mucha preocupación y estrés. Un día de noviembre amanecí con el ojo hinchado por el estrés y me tuvieron que operar, pero gracias al trabajo en equipo y coordinado con la sociedad civil, iniciativa privada y el apoyo del Gobernador Miguel Ángel Riquelme que con su liderazgo nos guio, pudimos salir de la pandemia y mantener un equilibrio entre salud, reactivación económica, a la par del tema de la seguridad , los servicios públicos, la limpieza y hoy afortunadamente, gracias a ese trabajo entre todos Saltillo, está de pie y echado para adelante.
¿Si pudiera deshacer alguna decisión, cuál sería?
Ninguna, porque para bien o para mal lo que decidimos resultó en muy buenos indicadores y números para la administración y nos sentimos satisfechos de lo decidido y lo trabajado.
¿Cuál será su legado como alcalde de los saltillenses?
Que cumplimos y que todo lo que hicimos al final de día se puede traducir en una frase muy emblemática, que es mejorar la calidad de vida de la gente; además que se trabajó en los rubros de seguridad, finanzas y los servicios públicos para estar al cien.
¿Qué significa Coahuila para Manolo?
Uno de mis mayores orgullos, ser coahuilense es un privilegio.
En su incorporación a la Secretaría Desarrollo Social ¿Cuál es la visión que busca marcar?
Tuvimos la oportunidad de compartir las buenas prácticas de nuestro gobierno con 25 alcaldes electos, 19 de Coahuila y de otras ciudades del país, en sus planes de gobierno tienen la intención de replicar algunos proyectos que se hicieron aquí y la instrucción que tenemos del gobernador de Coahuila es potencializar todos los programas y proyectos del Estado y el municipio que tengan que ver con el apoyo a la gente, así que estaremos trabajando en esa encomienda.
También trabajaremos para abonar al gran legado que está dejando Miguel Riquelme en Coahuila, esas son las tareas y estamos listos y entusiasmados. También nos ha dado el visto bueno a proyectos que compartiremos en enero y tenemos ya las agenda de los primeros cien días, en la primera semana visitaremos a todas las regiones.
¿Cómo es un fin de semana familiar para Manolo?
Todo lo contrario, a las actividades de la semana, trato de buscar tranquilidad me gusta mucho ir al rancho, generalmente nos vamos para la Sierra de Arteaga y lo hago para disfrutar a mis hijos, desconectarme un poco, tomar energía y convivir con la familia; mis hijos tienen 7 meses, 3, 4 y 6 años, tres de ellos nacieron mientras yo era alcalde y parte de las decisiones que tomamos mi esposa Paola y yo eran que ella se mantuviera al pendiente de ellos. Sin embargo, ella me ha ayudado mucho con la fundación que formó con su familia y han sido sumamente solidarios con Saltillo.
También tuve la fortuna de tener una mamá muy inquieta y trabajadora y al tener sólo hijos hombres, tuvo la oportunidad de apoyarme con su experiencia en el DIF, donde nos complementamos muy bien.
Y los fines de semana son para mi familia, diariamente aprovechaba para estar con ellos en varios espacios del día, porque es lo más importante para lograr un equilibrio entre el trabajo, la familia, mi salud; los resultados me llevaron a estar completo y satisfecho a unas horas de que termine mi labor como alcalde.
¿Qué le gustaría que platicaran de usted sus hijos cuando sean mayores?
Siento que Manolo y Santiago se van a acordar un poco más por ser los mayores, dirán que su papá se dedicaba a prender las lámparas de la ciudad, a recoger la basura y a limpiar la calle.
A veces íbamos por el bulevar y me decían: “Mira papá, ahí hay basura para que la recojan”; o que las lámparas estaban apagadas, o que no se veían patrullas. Seguramente van a platicar que tuvimos una buena administración por lo que les cuente su mamá o yo y sabrán que les dimos buenos resultados a los ciudadanos. También y espero que así sea, que nos conservemos en eses camino y que la gente les platique que les tocó vivir cuando estuvimos al frente de la presidencia.
Para nosotros la honorabilidad es algo fundamental y por eso trabajamos, para cuidar el nombre y nos sentimos contentos de que, a horas de concluir como alcalde, realmente se hizo una gran administración.
¿Y los coahuilenses?
Que fui un buen alcalde de Saltillo, nuestra ciudad genera resonancia en el Estado y me ha tocado visitar a los municipios en los últimos años, hicimos un programa que se llama “Saltillo Hermano”, donde apoyamos a 28 ciudades de Coahuila, sumándonos al gobernador y firmamos convenios para apoyar con intercambios culturales, deportivos, pero también con la donación de camiones de basura y lámparas que estaban en muy buen estado y que dejamos de usar por comprar más unidades y luminarias led.
Eso me permitió apoyar a muchos municipios y también escuchar a la gente que en su gran mayoría reconocía el trabajo que se estaba haciendo en Saltillo, aspiramos a que nos recuerden con cariño.
¿Qué opina de que las encuestas lo ubican como la mejor opción del PRI para ocupar la candidatura a la Gubernatura de Coahuila?
Creo que es muy generosa la gente porque a final de cuentas las encuestas nacen del sentir y pensar de la ciudadanía, así que me siento muy agradecido con la ciudadanía por manifestarse a favor, en la vida cuando uno trabaja, le echa ganas y va cumpliendo, resultan como consecuencia cosas muy buenas.
Mi llegada a la Secretaría de Desarrollo Social es por los resultados que tuve en Saltillo. Yo tengo una gran relación con el Gobernador Miguel Riquelme, tanto profesional como de amistad, somos un gran equipo y todos los ex alcaldes envidian esa relación, me lo dicen que soy suertudo de tener un gobernador así, pero me está invitando por el resultado que tuvimos y ahora lo que toca es chambear, cumplir en la secretaria y estar listos y preparados para que venga.
¿Le gustaría ser Gobernador de Coahuila?
Sí, algún día ahí estaremos.