SALTILLO, COAH.- A sus 18 años, Ángela Ruiz Rosales ha logrado lo que muchos solo sueñan: una medalla olímpica. La joven coahuilense se llevó el bronce en tiro con arco en los pasados Juegos Olímpicos de París, un logro que es solo el comienzo de su ambición por convertirse en la mejor arquera del mundo.
"Estoy disfrutando de los días que llevo en mi casa en Saltillo, lo extrañaba mucho", comenta Ángela, quien se encuentra en un merecido descanso tras su destacada participación en París.
"Desde que llegué a la Villa Olímpica fue pura emoción, me sentía en un sueño y que estaba haciendo las cosas que siempre me había propuesto", añade con una sonrisa.
El camino hacia el podio no fue fácil, pero Ángela ha demostrado que la disciplina y el trabajo arduo son la clave del éxito.
"Cumplí muchísimos sueños en este viaje: ir a los Juegos Olímpicos, conseguir una medalla, y hasta tuve la oportunidad de ir a Disney después de mi competencia. Estoy muy contenta", comparte la joven arquera.
El amor de Ángela por el tiro con arco comenzó a los 9 años, cuando acompañaba a sus hermanos a practicar esta disciplina: "Uno de los entrenadores me dijo que el día que quisiera entrar, solo tenía que ir", recuerda.
En ese entonces, Ángela practicaba gimnasia, pero pronto dejó esta disciplina para dedicarse de lleno al tiro con arco. "Desde que empecé, no lo he dejado", asegura.
El proceso que la llevó a París comenzó en marzo, cuando se trasladó para entrenar sin descanso hasta la finalización de los juegos.
"Yo a mis compañeros les dije que iba a disfrutar, y lo de la medalla se fue dando poco a poco. En mi cabeza pensaba que era algo para el futuro, y ahora se dio", expresó.
Además de su logro personal, Ángela tiene un mensaje para las jóvenes y mujeres que buscan abrirse camino en diferentes ámbitos: "Hagan lo que les gusta y disfrútenlo en cada momento que se pueda, porque a veces los sueños se tienen que trabajar para cumplirlos, y vale muchísimo la pena todo lo que se haga para lograrlos. Es muy importante tener disciplina", enfatiza.
Ángela recuerda que desde pequeña tenía el sueño de participar en unos Juegos Olímpicos, una meta que se propuso hace mucho tiempo. "Tres o cuatro años después de Tokio, comencé a despegar en mi carrera y realmente me di cuenta de que sí podía llegar a unos Juegos Olímpicos", relata.
Ahora, Ángela planea descansar, pero sin perder de vista sus próximos objetivos. "Lo que sigue es descansar, volver a restablecer mi técnica de disparo. Tengo una competencia en octubre, que es una Copa del Mundo y se hará en México. Después, enfocarnos año por año para llegar a Los Ángeles", concluye la joven arquera, con la mirada puesta en su próximo gran desafío.
Ángela Ruiz Rosales es, sin duda, una inspiración para muchos y un orgullo para Coahuila, llevando el nombre de Saltillo a lo que fue uno de los escenarios deportivos más importantes del mundo.
Su historia apenas comienza, y con la misma dedicación y pasión que ha mostrado hasta ahora, el futuro promete ser tan brillante como su reciente medalla olímpica.
