El dormir bien es esencial para la salud y el desarrollo de los niños, ya que les permite estar alerta, tener una buena memoria y comportarse mejor, por lo que especialistas señalan que es fundamental cumplir con al menos ocho horas diarias de sueño y contar con un horario fijo para irse a la cama.
La especialista en medicina familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mayela Moreno Reyes, explicó que la mala calidad del sueño afecta los procesos cognoscitivos relacionados con la memoria, aprendizaje, atención y altera el carácter del infante (y de cualquier persona) tornándolo irritable.
Comentó que los niños que duermen un promedio de ocho horas diarias se desempeñan mejor y son menos propensos a problemas de concentración, comportamiento e irritabilidad, por lo que es importante que los padres ayuden a sus hijos a desarrollar buenos hábitos desde una edad temprana.
“Al no tener un sueño de calidad, los menores están expuestos a ser impulsivos, agresivos, presentar fatiga exagerada y somnolencia durante el día, lo que condiciona falta de atención en sus actividades y bajo rendimiento escolar”.
Indicó que los ciclos de sueño o vigilia se deben completar para el buen funcionamiento del organismo, porque de nada sirve dormir 12 o 18 horas, si el descanso no es reparador o de buena calidad y las horas estarán determinadas de acuerdo con la edad y la exigencia que demandan las actividades diarias.
Algunas recomendaciones son permitir que los niños escuchen música relajante, mantener un ambiente de luz y temperatura constante durante la noche, cenar ligero, usar ropa adecuada y no tener cerca ningún distractor como televisión, celular, tableta, etcétera.
Así mismo dijo que un aspecto fundamental es tener una rutina en el hogar, como puede ser bañarse antes de dormir, pero lo más importante es procurar hacerlo siempre a la misma hora y respetarlo.
