Una mujer fue acusada de adulterio en Indonesia, por lo que recibió 100 latigazos en una conservadora provincia de indonesia, donde rige la ley islámica.
Los jueces tuvieron más dificultad en reconocer la culpabilidad del hombre, que era un hombre con influencias en el pueblo.
“Durante el juicio, no admitió nada y negó todas las acusaciones. Por ello los jueces no pudieron probar su culpabilidad” dijo Alavi a la prensa tras el castigo público previsto por la ley islámica para estos casos.
Aceh es la única región de Indonesia, país de mayoría musulmana, en imponer la ley islámica, que castiga el juego, el adulterio, beber alcohol y mantener relaciones homosexuales.
