Alemania ha dado un paso histórico en su política de drogas con la aprobación, por parte del Bundesrat, de una ley que legaliza parcialmente la marihuana y sus derivados del cannabis.
Después de años de intensos debates en la cámara baja, representando a los gobiernos de los 16 estados federados, esta decisión marca un cambio significativo en la postura del país respecto al cannabis.
Los debates previos reflejaron argumentos tanto a favor como en contra de la legalización de la marihuana, con una fuerte oposición proveniente de estados federados liderados por partidos conservadores como la CDU y la CSU.
A pesar de las preocupaciones expresadas sobre un potencial aumento en el consumo de drogas más fuertes, la ley finalmente encontró su camino hacia la aprobación de la marihuana.
Impulsada por el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, la ley no solo busca regular el consumo de cannabis, sino también combatir el mercado negro.
