El 18 de junio de 2025, un jurado popular en Córdoba volvió culpable a Brenda Cecilia Agüero, enfermera de 30 años del Hospital Neonatal Ramón Carrillo, por el asesinato de cinco recién nacidos y el intento de homicidio de otros ocho, mediante inyecciones letales de potasio e insulina.
Las muertes ocurrieron entre el 18 de marzo y el 6 de junio de 2022. Las autopsias revelaron paros cardíacos por hiperpotasemia, y las enfermeras iniciaron la investigación tras notar patrones sospechosos en la unidad neonatal. El tribunal determinó que Agüero se llevó a los bebés bajo pretextos médicos y los atacó con sustancias incompatibles con la vida, causando dos bebés sobrevivientes con secuelas permanentes.
Durante el proceso, Agüero negó las acusaciones, argumentando que los medios la difamaron y que no existían pruebas. Sin embargo, el jurado la encontró responsable luego de diez horas de deliberación.
El fallo incluye también la cadena perpetua, que bajo la ley argentina implica una duración mayor a 35 años sin posibilidad de libertad condicional temprana. Este caso marca el primer caso conocido de ´ángel de la muerte´ en Argentina, y ha conmocionado al país por la naturaleza de los crímenes.
Además de Agüero, cuatro altos funcionarios del hospital y la provincia —incluida la exdirectora, el exsubsecretario de Salud y la jefa de Neonatología— fueron condenados a penas de cuatro a cinco años por encubrimiento y omisión de sus responsabilidades.
Conclusión:
La condena de cadena perpetua a Brenda Agüero por el asesinato de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho representa un severo golpe a la impunidad en entornos médicos. Este escalofriante caso subraya la necesidad de supervisión continua, protocolos estrictos y una cultura institucional en hospitales públicos para proteger a los recién nacidos más vulnerables.