El presidente ruso, Vladímir Putin, condenó hoy el ataque terrorista del viernes contra una sala de conciertos en las afueras de Moscú, calificándolo de "salvaje". El ataque, reivindicado por el Estado Islámico, resultó en la muerte de al menos 143 personas. Putin expresó su deseo de venganza contra los responsables del ataque.
Unas horas después del ataque, el Estado Islámico se apuntó la autoría de los atentado.
El líder del Kremlin informó que las fuerzas de seguridad han detenido a los cuatro terroristas responsables y a otros siete presuntos cómplices. También están trabajando para identificar las bases de los terroristas y a quienes les proporcionaron transporte y una ruta de escape.
Aunque Putin no especuló sobre los autores intelectuales del atentado, mencionó que los cuatro terroristas detenidos intentaron escapar a través de la frontera ucraniana.
La Presidencia ucraniana negó categóricamente el viernes cualquier implicación de Kiev en el atentado en territorio ruso, una refutación respaldada por Estados Unidos.
Semanas antes del atentado, la embajada de Estados Unidos había alertado sobre un inminente ataque terrorista en Moscú, pero Putin había calificado esas advertencias como una "exageración".