Las autoridades de salud de Australia dieron a conocer que se a autorizado el uso de éxtasis y de los hongos alucinógenos para algunos pacientes que sufren de trastornos mentales, convirtiéndose en uno de los primeros países en legalizar el uso de estas sustancias para el uso médico.
Mike Musker, un investigador experto en salud mental y prevención del suicidio de la Universidad South Australia, señaló que estas sustancias podrían ayudar a pacientes que no han tenido respuestas favorables a otros medicamentos,
"La MDMA (éxtasis) le da a la gente la sensación de estar conectada y hacer que sea más fácil que las personas se conecten con su terapeuta y que también hablen de sus malas experiencias personales", explicó.
En Canadá y en Estados Unidos está permitido el uso médico de una o de ambas sustancias, pero solamente en ensayos clínicos o en casos específicos. En febrero, Australia reclasificó estos compuestos, después de que la Agencia de Productos Terapéuticos afirmara que los ensayos habían revelado que estas sustancias son "relativamente seguras" cuando se utilizan en un "entorno médico controlado".