Liam Dubinsky tenía más de 30 años cuando descubrió, por casualidad, que no era ciudadano estadounidense.
Criado en San Francisco, California, siempre supo que había nacido en Brasil, y que había sido adoptado de bebé por la psicóloga Stephanie Griffin y el arquitecto Ben Dubinsky, una pareja de estadounidenses.
Pero el hecho de haber nacido en otro país nunca le hizo sospechar que su situación pudiese ser diferente a la de otros hijos adoptivos de padres estadounidenses.
“Mis padres siempre me dijeron que había sido adoptado. Eso nunca fue un secreto”, le dice Liam a BBC News Brasil.
Nacido en marzo de 1983, Liam fue llevado a Estados Unidos cuando tenía pocas semanas de vida. Nunca conoció a su familia biológica, ni tuvo una conexión con Brasil, ni aprendió a hablar portugués.
Su infancia y adolescencia fueron las típicas de cualquier niño criado en EE.UU. que va a la escuela y practica deportes.