Un edificio residencial en Paulista se derrumbó el viernes 7 de julio, con un saldo hasta ahora de 11 personas muertas, siete heridas y tres aún desaparecidas. El incidente tuvo lugar en la región metropolitana de Recife, capital del estado de Pernambuco.
El Cuerpo de Bomberos de la ciudad confirmó el rescate de más cuerpos sin vida entre los escombros durante la madrugada y mañana del sábado. Entre las víctimas mortales se encuentran tres mujeres adultas, cuatro hombres y cuatro menores de edad, incluyendo una niña de cinco años y un niño de ocho.
Un joven de 18 años fue rescatado con vida, pero lamentablemente falleció en camino al hospital. Los esfuerzos de rescate prosiguen este sábado, con perros entrenados y equipos especializados en la remoción de escombros.
El desastre ocurrió en el contexto de las intensas lluvias que azotan la región metropolitana de Recife desde hace dos semanas, que han generado numerosos derrumbes, inundaciones y accidentes de tránsito.
El edificio siniestrado, ubicado en el conjunto residencial Beira-Mar, había sido objeto de una orden judicial de cierre en 2010 debido a los riesgos de derrumbe. Sin embargo, fue reocupado en 2012 sin autorización por parte de los propietarios. A pesar de una nueva recomendación de desocupación por parte del Cuerpo de Bomberos en 2018 y una advertencia emitida por una aseguradora del banco estatal que financió los apartamentos, la tragedia no pudo ser evitada.
Este evento rememora otro desastre ocurrido en abril pasado, cuando seis personas perdieron la vida tras el derrumbe de otro edificio residencial en la ciudad vecina de Olinda, también en la región metropolitana de Recife. Aquel edificio también tenía una orden de desalojo desde 2000 por riesgo de derrumbe.