WASHINGTON.
El presidente estadunidense, Donald Trump, amenazó con cerrar la frontera con México para impedir el paso de una caravana de migrantes hondureños que buscan entrar a Estados Unidos, relanzando uno de sus temas electorales predilectos a tres semanas de las legislativas.
"Debo, en los términos más firmes, pedir a México que detenga este avance y, si no logra hacerlo, llamaré a los militares y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!”, tuiteó el mandatario.
La caravana partió el sábado pasado de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
El Presidente estadounidense retomó uno de sus principales caballos de batalla que usó en las elecciones de 2016, que lo llevó a la Casa Blanca.
Trump advirtió que enviaría militares a la frontera con México, sin embargo, no estaba claro cómo podrían ser desplegados estos efectivos.
En abril, el Presidente de EU anunció sus planes de mandar a miles de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera, pero esta medida es competencia de los gobernadores de cada estado, no del mandatario.
"Es una declaración política. Para cerrar la frontera se necesita declarar un estado de emergencia o una resolución del Congreso. Esto no es algo que se haga de la noche a la mañana”, explicó Manuel Orozco, director del programa de Migración del centro de pensamiento The Dialogue en Washington.
El martes,
Trump había amenazado con poner fin a la ayuda que Washington concede a esos tres países si no detenían la caravana.
CRUCE ILEGAL
Muchos hondureños optaron ayer por ingresar a El Salvador por un punto fronterizo ilegal cruzando las aguas de un río, en un desesperado intento por alcanzar una caravana de sus compatriotas que avanza en Guatemala rumbo a EU.
Los hondureños optaron por no efectuar ningún trámite migratorio en el paso fronterizo de El Amatillo, 210 km al oeste de San Salvador, para ingresar ilegalmente a territorio salvadoreño.
La zona no es custodiada permanentemente por las autoridades salvadoreñas ni hondureñas, por lo que es utilizada usualmente para el tráfico ilegal de mercadería.
Mientras tanto, más 200 hondureños que integraban la caravana decidieron retornar al país de manera voluntaria.
“SE REQUIERE ATENCIÓN INTEGRAL DE ALTO NIVEL”
La Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum advirtió que la crisis migratoria que se avecina con la llegada de la caravana migrante que avanza hacia Estados Unidos, no se resuelve con que las familias traigan visa o no para ingresar a México, sino con una atención integral de alto nivel, donde haya presencia de observadores y mediadores, que en todo momento verifiquen el respeto a los derechos humanos de las personas.
En el marco de su conferencia magistral sobre la Declaración de las Naciones Unidas para una Cultura de Paz, la activista recordó la madurez con la que en los años 80 nuestro país abordó el éxodo de guatemaltecos que huían de la Guerra Civil con programas de ayuda a refugiados.
"Yo en aquel entonces era muy joven y era una de las 79 representantes que nombraron los refugiados, y como representantes de ellos tuvimos la oportunidad de contemplar todo, no sólo decirles a ellos, quédense aquí un tiempo y si quieren vuelvan a su país cuando esté mejor la situación o si quieren después se van a Estados Unidos por su cuenta, sino también había que resolver algunos problemas operativos, humanitarios, solamente por los niños, por los ancianos, y esta migración yo veo que tiene la misma connotación. Entonces yo no dudo que haya experiencia para resolver esto, y no se trata de tener o no tener visa”, indicó.
Rigoberta Menchú Tum agregó que, como defensora de los derechos humanos, ve con mucha esperanza la llegada del nuevo gobierno en México, con quien podría trabajar a través de asesoría para impulsar iniciativas y políticas públicas con el fin de encontrar mejores mecanismos para atender el fenómeno de la migración.