VANGUARDIA/JARTUM, SDN.- Al menos 14 manifestantes murieron ayer en Sudán como consecuencia de la represión de las manifestaciones convocadas para protestar contra el golpe de Estado militar del pasado 25 de octubre, según datos del opositor Comité de Médicos, en lo que supone la jornada más sangrienta desde la asonada.
La mayoría de los fallecidos, once, se registraron en Jartum Norte, ciudad colindante con la capital, mientras que en esta perdieron la vida dos y una más en Um Durman, también pegada a Jartum, según el recuento de la asociación médica.
El Comité de Médicos, que desde la revolución que derrocó al dictador Omar Al Bashir en 2019 atiende a los manifestantes y es la única fuente que lleva una contabilización continua de fallecidos por la represión, fue informando a lo largo de la tarde del miércoles del goteo de víctimas mortales, la mayoría fallecidas a consecuencia de heridas de bala.
Las cuatro últimas, tres hombres y una mujer, murieron por la noche en dos hospitales de Jartum Norte. “Además hay un número enorme de heridos en los hospitales de Jartum y en las carreteras con dificultad para ser trasladados”, añadió el Comité.
Las organizaciones civiles contrarias a la asonada militar convocaron ayer una nueva jornada de protestas tras la del pasado día 13, cuando la actuación de las fuerzas de seguridad causó al menos siete muertos.
En el centro de Jartum las fuerzas de seguridad se emplearon con dureza contra los manifestantes con el uso de abundantes gases lacrimógenos y de porras durante varias horas. Según la organización internacional de control de la censura en internet Netblocks, todas las comunicaciones estuvieron fuera de servicio en Sudán durante la jornada.
