Durante un reciente debate electoral en Estados Unidos, Donald Trump, exmandatario y candidato republicano a la presidencia, generó una fuerte controversia al afirmar que inmigrantes en Springfield, Ohio, estaban comiendo mascotas, incluidos perros y gatos. Estas declaraciones surgieron en medio de un enfrentamiento con Kamala Harris, actual vicepresidenta demócrata, durante el debate que ambos protagonizaron el martes.
Trump, quien ha impulsado retóricas duras contra la inmigración, aseguró que en Springfield los inmigrantes no solo estaban llegando en grandes cantidades, sino que también se estaban comiendo las mascotas de los ciudadanos locales. "Se están comiendo a los perros, a los gatos, las mascotas de la gente. Esto está sucediendo en nuestro país y es una vergüenza", afirmó. Esta declaración fue recibida con asombro por Harris, quien reaccionó con una sonrisa sarcástica.
Desmienten rumores
El moderador del debate, David Muir, no tardó en refutar las afirmaciones de Trump. Durante el evento, Muir citó un chequeo en vivo realizado por ABC News, en el que el administrador de la ciudad de Springfield negó rotundamente que existieran reportes creíbles sobre migrantes que estuvieran dañando o consumiendo mascotas. A pesar de ello, Trump continuó con su discurso, vinculando el tema a una supuesta crisis migratoria descontrolada y criticando la gestión de su oponente.
La policía de la localidad señaló también que no tenía información que respaldara lo que tildaron únicamente de "rumores".
En respuesta a los recientes rumores que alegan actividades delictivas por parte de la población inmigrante en nuestra ciudad, queremos aclarar que no ha habido informes creíbles o denuncias específicas de mascotas que hayan sido dañadas, heridas o maltratadas por individuos dentro de la comunidad inmigrante", señaló el cuerpo policial al medio NBC.
Propagación del rumor
La teoría de que los inmigrantes están comiendo mascotas ha sido promovida dentro de algunos medios de derecha en las últimas semanas, particularmente en redes sociales. JD Vance, compañero de fórmula de Trump, también hizo eco de este rumor, aunque admitió públicamente que no existían pruebas de tales hechos. Vance incluso mencionó que el rumor pudo haber surgido de un grupo de Facebook local en Ohio.
A pesar de las reiteradas negativas de las autoridades locales, incluyendo un portavoz de Springfield que confirmó la inexistencia de tales denuncias, Trump continuó utilizando este tipo de afirmaciones en su campaña, con la intención de generar una narrativa que refuerza su postura antiinmigrante. Incluso publicó memes creados por Inteligencia Artificial que promovían estas ideas, algunos de ellos con imágenes de gatos y armas, lo que solo aumentó la confusión entre sus seguidores.
Impacto en la campaña electoral
Este tipo de declaraciones por parte de Trump no es nuevo, ya que a lo largo de su carrera política ha utilizado retóricas inflamatorias para criticar a la población inmigrante y proponer políticas de deportación masiva. Sin embargo, las declaraciones sobre inmigrantes comiendo mascotas no solo han sido desmentidas, sino que han generado un fuerte rechazo por su contenido racista y falta de evidencia.
Con las elecciones del 5 de noviembre en el horizonte, es probable que Trump siga utilizando temas controvertidos como este para movilizar a su base electoral, mientras que sus oponentes, como Kamala Harris, buscan desacreditar este tipo de ataques y enfocarse en los problemas reales que enfrenta el país.
