El mundo entero quedó impactado al conocer la historia de Gisèle Pélicot, una mujer francesa que sufrió abusos sexuales a manos de más de 90 hombres, todo orquestado por su propio esposo. El caso, que parece sacado de la ficción más oscura, revela la terrible realidad de una década de sufrimiento y manipulación.
Un Infierno Silencioso
Gisèle, ahora con 71 años, vivió un verdadero infierno en su hogar familiar en Provenza. Entre 2011 y 2020, su esposo Dominique Pélicot la drogó repetidamente para permitir que decenas de hombres la violaran mientras ella estaba inconsciente. Este horror, oculto durante años, finalmente salió a la luz en septiembre de 2020, cuando Dominique fue detenido por filmar debajo de las faldas de mujeres en un supermercado de Carpentras. Al analizar su material informático, la policía descubrió miles de fotos y videos que documentaban los abusos sufridos por Gisèle.
La Valentía de Hacerlo Público
Lejos de ocultarse, Gisèle tomó la valiente decisión de hacer público su nombre y su historia. Su objetivo: que ninguna otra mujer tenga que pasar por el mismo infierno. "Violación no es la palabra correcta, es barbarie"declaró ante el tribunal de Avignon. Insistió en que su testimonio sirva para que otras víctimas de delitos sexuales no sean invisibles.
La caída de un mundo
Durante 50 años, Gisèle estuvo al lado de su esposo, confiando en el completamente. Sin embargo, su mundo se derrumbó el 2 de noviembre de 2020, cuando la policía les mostró a ambos los archivos que contenían las pruebas de los abusos. Inicialmente, Gisèle tuvo dificultades para reconocerse en las imágenes, describiéndose como "inerte" y "dormida"mientras varios hombres la atacaban. "Me sacrificaron ante el altar del vicio", dijo, describiendo la barbarie a la que fue sometida.
Un juicio impactante
El caso ha llegado ahora a los tribunales, donde 50 de los hombres identificados en los videos están siendo juzgados por violación agravada, un delito que podría llevarlos a enfrentar hasta 20 años de prisión. Dominique Pélicot, además, enfrenta cargos adicionales por haber organizado y facilitado los abusos. Durante el juicio, Gisèle criticó la postura de los acusados, quienes afirman no haber sabido que estaba drogada y que no había dado su consentimiento.
"Esos hombres me mancillan, se aprovechan de mí. Y ni uno solo se dice que hay algo raro"
La Red de crimen y depravación
La investigación reveló un elaborado sistema que Dominique Pélicot había construido durante una década. A través de una web de mensajeria utilizada por delincuentes, invitaba a hombres a violar a su esposa en su propia casa, bajo estrictas normas: debían desvestirse en la cocina, no podían hablar en voz alta y tenían prohibido usar perfume o tabaco. A menudo, los hombres esperaban en un estacionamiento cercano hasta que la droga surtiera efecto y dejara a Gisèle completamente inconsciente. La policía logró identificar a 72 sospechosos a lo largo de dos años, gracias a los videos grabados por Dominique. Estos hombres, de entre 22 y 70 años, ahora enfrentan la justicia, aunque algunos insisten en que fueron manipulados por el esposo de Gisèle.
Un llamado a la justicia
En las próximas semanas, los acusados comparecerán ante un tribunal de cinco jueces, y Dominique Pélicot, el principal responsable de esta red de abuso, subirá al estrado. Mientras tanto, Gisèle continúa su lucha por justicia, con la esperanza de que su historia sirva como una advertencia y una inspiración para todas las mujeres que sufren en silencio.